Destacan que el punto de captación de estas obras estará en la intersección de ambos ríos con el fin de recoger más aguas del Segura, ya que las del río Argos son aguas de baja calidad
ENRIQUE SOLER
Ecologistas en Acción ha presentado alegaciones a las obras que la comunidad de regantes de Calasparra-Cieza pretende llevar a cabo en la desembocadura del río Argos en el Segura. La organización considera que no son aceptables unas obras que permitirán captar aguas propias de la cuenca para ser consumidas por un perímetro de regadío del trasvase Tajo-Segura, cuya normativa y prioridad es muy diferente a la de los regadíos que se abastecen con aguas propias de la cuenca.
Actualmente la valoración de impacto ambiental simplificada de este proyecto se encuentra en consulta pública en la consejería de Agricultura. El objetivo de estas obras, que incluirá pasar una tubería por el lecho del río, es desviar 600.000 m3/año para destinarlos a regadíos. Según explican desde Ecologistas en Acción estas aguas ya tienen un uso asignado para los caudales circulantes, según indica la portavoz María Cano. Cano ha destacado que estas obras también afectarán a otros usuarios.
Destacan que el punto de captación de estas obras estará en la intersección de ambos ríos con el fin de recoger más aguas del Segura, ya que las del río Argos son aguas de baja calidad. Por último, hacen un llamamiento a Confederación Hidrográfica del Segura, a la hora de informar el proyecto, cuando, según han explicado la propia confederación ha reconocido que no podría cumplir la directiva europea para el año 2027, incluso en el caso del Río Quípar han pedido un prorroga hasta el año 2033.