Mientras que la organización ecologista reclama un plan de mejora de la calidad del aire, la dirección general de Medio Ambiente defiende que se cumplen los objetivos exigidos
Ecologistas en Acción ha recurrido a los tribunales para exigir la creación de un plan de mejora de la calidad del aire en la Región. La organización defiende que es un instrumento esencial para la lucha contra la contaminación y denuncia desde que terminó el último plan, en 2019, no se ha aprobado ninguno. Ha presentado un escrito de interposición de recurso contencioso-administrativo para que se proceda a la elaboración de dicho plan con un apartado específico para el ozono troposférico.
El abogado de Ecologistas en Acción José Manuel Muñoz, recuerda que la dirección general de Medio Ambiente presentó en 2019 un borrador de la estrategia sin que haya salido a información pública. El experto jurídico ha recordado que, según los informes anuales de calidad del aire elaborados por el colectivo, los datos de contaminación atmosférica en la Región persisten en unos niveles inaceptables y exigen la adopción de medidas urgentes.
POSTURA DEL GOBIERNO REGIONAL
El Gobierno Regional ha defendido una calidad del aire "razonablemente buena" en la Región de Murcia. El director general de Medio Ambiente, Francisco Marín, ha asegurado que las mediciones revelan el cumplimiento de los objetivos marcados por la Unión Europea y el Gobierno de España. Es lo que indican, asegura Marín, los informes de calidad del aire de 2020 y 2021 elaborados por la Comunidad Autónoma basados en los umbrales exigidos por las normativas europeas y nacional y supervisados por el Ministerio para la Transición Ecológica. Otra cosa bien distinta, ha dicho el director general de Medio Ambiente, es la línea de recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud mucho más restrictiva, pero sin base legal.
Marín ha matizado que los planes para la mejora de la calidad de aire se diseñan, tal y como obliga la legislación vigente, cuando se incumplen los objetivos.
Los datos de partículas contaminantes se extraen de las ocho estaciones medidoras que la Consejería de Medio Ambiente tiene repartidas en diferentes puntos de la Región y a las que se unirán otras dos más en la zona sur del municipio de Murcia y en Molina de Segura. Marín calcula que entrarán en funcionamiento en un plazo de tres meses una vez se elija, junto a los ayuntamientos, la ubicación más idónea.