En un informe, los agentes de la Guardia Civil señalan que hay dispersas casi 16.000 toneladas de desechos mineros en una zona comprendida entre esta balsa y el vertedero Los Blancos
El Seprona alerta en un informe que los restos mineros de la balsa Jenny siguen provocando un serio riesgo medioambiental y para la salud, peor incluso de lo que se pensaba. Los agentes de la Guardia Civil señalan que hay dispersas casi 16.000 toneladas de desechos mineros en una zona comprendida entre esta balsa y el vertedero Los Blancos.
La descontaminación de la balsa Jenny comenzó en el año 2001. Según Ecologistas en Acción, acusación particular en este caso, se invirtieron casi cinco millones y medio de euros. A partir del año 2004 se comenzaron a trasladar los residuos desde esta balsa hasta el vertedero de Los Blancos. Las obras se concedieron a la empresa Gestalia Transportes Maquinaria SA, vinculada a Portman Golf, pero fue en ese traslado donde comenzó a gestarse un nuevo foco de contaminación, ha explicado José Manuel Muñoz, abogado de la organización ecologista.
Y de este modo, ese camino, de poco más de un kilómetro, quedó cubierto por casi 16.000 toneladas de residuos. Unos residuos que, con el paso de los años han ido contaminando esta zona, muy cercana a la diputación cartagenera de Llano del Beal.
Se trata de un material cargado de metales pesados en el que podemos encontrar cobre, cadmio, zinc o arsénico, entre otros que, con el paso de los años, pueden provocar serios problemas de salud a las personas que estén expuestas de manera permanente y que afectan al medioambiente de la sierra, pero también del Mar Menor a causa de las escorrentías.
Este foco se suma al propio del vertedero, que tampoco fue bien sellado y a la propia balsa Jenny, que a pesar de que se vació de este material tóxico, sigue estando contaminada. Este nuevo informe de la Guardia Civil es un elemento más en el proceso abierto contra la empresa Portman Golf