El oceanógrafo del ICTA, Michael Grelau, señala que "esto depende de las especies y las más impactadas son los mejillones. El 85% de la población analizada tiene microplásticos"
Todas las especies acuáticas de las desembocaduras de los ríos del Mediterráneo y el Atlántico están contaminadas con microplásticos y los moluscos son los más afectados. Es una de las conclusiones de un estudio internacional del Instituto de Ciencia y Tecnología de la Universidad Autónoma de Barcelona.
El informe analizó durante tres años tres ríos en varios países, el Ebro en España, aunque las conclusiones son extrapolables al resto de desembocaduras del Mediterráneo y el Atlántico con variaciones sobre las especies en cada caso, según el oceanógrafo del ICTA, Michael Grelaud. Entre la fauna con mayores niveles de microplásticos y nanoplásticos están moluscos con los mejillones.
El estudio analizó también los sedimentos marinos y encontró plásticos desde los años sesenta sin degradar y unas concentraciones que se han multiplicado por tres desde el año dos mil, en línea con la tendencia de producción global.
Aunque falta información sobre el impacto de esta contaminación en la salud humana, la presencia de microplásticos en ecosistemas acuáticos es una amenaza real explica el científico. Recuerda que estamos expuestos a estos productos las 24 horas del día y que es urgente reducir su consumo.
El oceanógrafo destaca la biorremediación como fórmula viable para reducir la polución de los entornos marinos costeros. Se trata de organismos como ciertos gusanos marinos que filtran el agua y utilizan los miocroplásticos para fabricar su concha. La experiencia funciona pero, de momento, solo en el laboratorio.