Se pondrían en marcha los planes de sequía aprobados en 2022. Se activarían los pozos de sequía y se irán tomando decisiones poco a poco
El año hidrológico ha empezado con la cuenca del Segura en situación de alerta con un escenario de pre alerta, según el índice de escasez conyuntural de la Confederación del Segura.
Los niveles de alerta no se habían alcanzado en la cuenca del Segura desde septiembre de 2019 y hasta enero de 2020. Como estuvo activo más de dos meses se promulgó el decreto de sequía y se pusieron en marcha los planes de 2018. Ahora se pondrían en marcha los planes de sequía aprobados en 2022.
Entre las primeras medidas se activarían los pozos de sequía y se irán tomando decisiones poco a poco.
Los pantanos de la cuenca tienen capacidad para 1.234 cúbicos y están en la actualidad al 26 por ciento frente al dato del año anterior, cuando se encontraban al 36 por ciento. Mejor situación tenían los embalses hace dos años cuando estaban en estas mismas fechas al 41 por ciento.
La media de los cinco últimos años es de una capacidad del 32 por ciento y de los diez últimos años del 37 por ciento.