Una hectárea de sandía o melón suele producir entre 40.000 y 45.000 kilos y este año apenas se ha llegado a las 20.000 hectáreas.
Las altas temperaturas y la prolongada exposición a episodios extensos de calor afecta a la producción de algunos cultivos como el melón y la sandía, cuya cosecha se puede ver reducida en un 50%, también al tomate, sobre todo el cultivado en invernadero donde los termómetros pueden llegar rondar los 55 grados en días de calor extremo.
Antonio Moreno, secretario de Agricultura y Agua de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos, ha explicado que ya en febrero y marzo las altas temperaturas comenzaron a mermar la cosecha de olivar con una baja polinización del árbol aunque ha sido de cara al verano cuando ha quedado al descubierto la merma de producción en el melón y la sandía.
Una hectárea de sandía o melón puede estar produciendo entre 40.000 y 45.000 kilos y este año apenas se ha llegado a las 20.000 hectáreas. Algo parecido ocurre en las producciones de tomate, especialmente los que están bajo malla e invernadero.
Moreno ha destacado que en caso bajas temperaturas, los agricultores si tienen las posibilidad de revertir la situación, pero en el caso del calor como mucho se pueden limitar "a regar un poco más las plantas" o en el interior, imposible, aparte de ventilar lo que se pueda.