Las expectativas en la economía para el próximo semestre siguen siendo desfavorables, pero mejores que las del pasado año, según el 33º Barómetro del Colegio de Economistas
Las expectativas de la economía para este primer semestre de 2023 en la Región siguen siendo desfavorables, pero no tanto como las del año pasado.
La incertidumbre por la guerra de Ucrania y la fuerte inflación siguen lastrando la economía regional con un descenso del consumo, una reducción del crédito y una caída de la inversión. Son algunas de las conclusiones del 33º Barómetro del Colegio de Economistas correspondiente al segundo semestre de 2022.
Para una mayoría de los economistas, más del 55%, las previsiones de crecimiento de la economía murciana este 2023 son ajustadas. Va a ser un año de transición, si la guerra de Ucrania continúa, los tipos de interés siguen siguen subiendo y la inflación se mantiene en niveles elevados como hasta ahora, según ha explicado José Carlos Sánchez de la Vega, coordinador del Barómetro.
Los colegiados prevén que los sectores que tirarán de la economía regional este año serán las nuevas tecnologías de la información, el turismo y las actividades sanitarias y de servicios sociales. Entre los riesgos, la caída del consumo que ralentizará la recuperación económica. Y el consumo se verá lastrado, según Patricio Rosas, coordinador del estudio, por factores como la incertidumbre, la caída de la tasa de ahorro y el descenso en la renta real del consumidor por el impacto de la inflación.
Sobre los elevados precios de los alimentos, los economistas no creen que distribuidores o intermediarios se estén beneficiando. Es más, según el decano del Colegio de Economistas, Ramón Madrid, hay productos cuyos costes de producción se han incrementado más de un 100%, y no se ha trasladado esa diferencia al precio final.
