La operación se lleva a cabo después de que en 2019 se movieran, por decisión del Gobierno, los restos del dictador Francisco Franco
Los restos de José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange, serán trasladados el próximo lunes desde su emplazamiento en la basílica del Valle de los Caídos al cementerio madrileño de San Isidro, después de que sus familiares solicitaran la exhumación y de acuerdo con la nueva Ley de Memoria Democrática.
Fuentes de Moncloa han confirmado esta operación, adelantada por Infovaticana.com, que se lleva a cabo después de que en 2019 se movieran, por decisión del Gobierno, los restos del dictador Francisco Franco del lugar destacado del templo donde estaban ubicados desde su fallecimiento en 1975 al cementerio de El Pardo-Mingorrubio.
Tras aquella exhumación solo quedaba pendiente la de Primo de Rivera, ya que la ley de Memoria Democrática obliga a reubicar los restos situados en un lugar "preeminente" de la basílica de la abadía benedictina, en un enclave rebautizado por la nueva ley como Valle de Cuelgamuros.
Este lunes 24 de abril se cumplen 120 años del nacimiento del fundador de Falange. Los familiares solicitaron la salida de Primo de Rivera antes de que el Valle se convirtiera en cementerio civil con la entrada en vigor de la Ley de Memoria, que entró en vigor el pasado mes de octubre. De este modo querían cumplir la voluntad manifestada en su testamento.
"Deseo ser enterrado conforme al rito de la religión Católica, Apostólica, Romana, que profeso, en tierra bendita y bajo el amparo de la Santa Cruz", señala una de las cláusulas, según recogía el comunicado emitido por la familia.
Cabe señalar que Primo de Rivera, como víctima de la Guerra Civil, tiene derecho a permanecer inhumado en el Valle de los Caídos bajo los preceptos de la nueva ley. Dicha norma, impide sin embargo que la presencia de restos de dirigentes del golpe de Estado de 1936, la Guerra Civil y la dictadura franquista en lugares preeminentes de acceso público.
Bajo ese precepto, se ordenó la retirada de los restos mortales del general Gonzalo Queipo de Llano --que participó en el golpe de Estado de 1936-- y del auditor de guerra Francisco Bohórquez, merced al requerimiento realizado por el Gobierno Central.
Por esta misma disposición de la norma, aún está por decidir si deben seguir el mismo camino el general José Moscardó y el teniente general Jaime Milans del Bosch, ya que ambos permanecen inhumados en el sepulcro del Alcázar de Toledo junto a otros 200 cuerpos aproximadamente.
Los dos forman parte del total de 1.785 personas que permanecieron encerradas en el interior del Alcázar de Toledo durante 68 días en el año 1936, hasta que las tropas sublevadas entraron en la ciudad en una de las gestas más simbólicas de la Guerra Civil para el Ejército franquista.
Respecto a la congregación de monjes benedictinos que residen en el Valle, el Gobierno tiene que aprobar un real decreto que establecerá el nuevo marco jurídico aplicable al Valle de Cuelgamuros, determinará su organización y funcionamiento y ordenará, entre otras cosas, si los monjes pueden permanecer o deben abandonar el lugar.
El Ejecutivo tenía intención de aprobar este real decreto "con la mayor celeridad posible", según indicaron fuentes de la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, poco después de entrar en vigor la ley. Sin embargo ya han pasado seis meses sin que el Ministerio haya informado de avances en este punto.
Además, la Ley de Memoria Democrática abre la puerta a ilegalizar fundaciones que hagan apología del golpe de Estado de 1936 y la dictadura franquista o enaltezcan a sus dirigentes, "con menosprecio y humillación de la dignidad de las víctimas del golpe de Estado, de la guerra o del franquismo" o hagan "incitación directa o indirecta al odio o violencia contra las mismas", según recoge la ley.
El ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, ha considerado que la exhumación de los restos de José Antonio Primo de Rivera, supone "un paso más en la resignificación" de este espacio. "Es un paso más en lo que estamos haciendo con el Valle de Cuelgamuros, que no se homenajee allí, que no se enaltezca, a ninguna persona, a ninguna ideología que evoque a la dictadura, tal y como mandata la Ley de Memoria", ha señalado. El ministro no ha dado más detalles de la operación, "tanto por razones de seguridad, como por la propia intimidad de la familia".
Mientras, el líder de Vox, Santiago Abascal, ha criticado al Gobierno de Pedro Sánchez por regresar al "odio" y ha pedido respeto para la figura del falangista que, como otros, "entregaron su vida" para "una España mejor". "Qué pena que tantos se empeñen en regresar al odio. Qué desgracia que el sectarismo impida que se respete a quienes entregaron su vida, en cualquier bando, para una España mejor", ha expresado el presidente de Vox en un mensaje en las redes sociales.
En esta publicación, Abascal también ha recordado en un vídeo, las palabras que dedicó a Primo de Rivera durante su intervención en el evento 'Viva22', que la formación celebró en octubre de 2022. Entonces, el líder político ya cargó contra el Ejecutivo por continuar con su "manía" para "profanar tumbas" y "empezar otra vez a desenterrar odios", en referencia a una futura exhumación de quien fuera fundador de la Falange.