El profesor Jorge Onrubia, el Estado debería compensar a la Región de Murcia, absorbiendo parte de su deuda pública, concretamente asumir ocho puntos de la deuda actual, que seguiría siendo el 21% del PIB
El Estado debería compensar a las comunidades más perjudicadas por el actual modelo de financiación autonómica, como es el caso de Murcia, absorbiendo una parte de su enorme deuda pública. Es lo que mantiene un artículo de los profesores Jorge Onrubia y Jesús Sánchez-Fuentes publicado en Papeles de la Economía Española que, sin embargo, subraya que esa compensación no puede ser un sistema sin condiciones, sino que deberá contemplar penalizaciones para las comunidades que renuncien a parte de sus impuestos (y ese es el caso de Murcia) o que sean menos eficientes a la hora de gastar sus recursos (y aquí también la región parece tener mucho margen de mejora).
La idea de partida es que resulta urgente aprobar un nuevo modelo de financiación autonómica. El actual, que está caducado desde hace más de diez años, ha perjudicado claramente a dos comunidades, Murcia y Valencia. En el caso de Murcia, esa infrafinanciación justifica una parte de la enorme deuda pública que hemos acumulado: no recibíamos fondos suficientes para sostener los servicios públicos, así que hemos tenido que recurrir a préstamos. Por eso, dicen los autores del artículo, el Estado debería compensar a la región de Murcia, absorbiendo parte de su deuda pública. En concreto, y según su simulación, el Estado debería asumir ocho puntos de la deuda actual de la región, que aún así seguiría representando el 21% de nuestro producto interior bruto, según indica Jorge Onrubia.
Cuando habla de "riesgo moral", Onrubia se refiere a que el Estado no puede asumir "gratis" las deudas que las comunidades hayan generado como consecuencia de una mala gestión de sus recursos. Por eso el mecanismo que proponen está condicionado por dos factores. El primero, es la eficiencia en el gasto, porque hay que premiar a quienes sacan un mayor rendimiento del presupuesto que manejan y castigar a quienes podría hacerlo mejor. En el caso concreto de la región de Murcia, hay mucho margen de mejora.
El segundo factor es el de la "corresponsabilidad fiscal": no tiene ningún sentido -dice este experto- que el Estado asuma la deuda de una región que esté renunciando a una parte de los impuestos con los que podría financiar el funcionamiento de sus servicios públicos. Onrubia califica de "ciencia ficción" la teoría -defendida por el gobierno murciano- de que una baja de impuestos se traduce en más dinamismo económico y más ingresos para las arcas públicas. Eso, asegura, no se produce nunca y por eso apuesta por penalizar esas políticas. Penalizarlo, además, de una forma que los ciudadanos puedan percibir claramente, porque al final son sus votos los que ponen y quitan gobiernos.
