Pedro Luengo, portavoz de Ecologistas Región de Murcia, dice que proteger las aves no solo contribuye a mantener la biodiversidad, sino a tener en cuenta sus servicios, como el de mantener a raya a los mosquitos
Miles de ejemplares de murciélagos y aves, entre ellas golondrinas y vencejos, anidan en la estructura desnuda del edificio Lagomar de La Manga desde hace más de cuarenta años. Organizaciones ecologistas piden reubicar nidos y crear nuevos en los espacios que queden libres tras su demolición.
Vencejo común, pálido, golondrina, cernícalo vulgar, estornino negro, murciélago común y hortelano...Son algunas de las especies aves y y quirópteros que han hecho su hogar en este monumento de hormigón que lleva en pie desde hace cincuenta años y que el Ayuntamiento de San Javier demolerá finalmente en breve.
El grupo local SEO Mar Menor, ANSE, Ecologistas en Acción y la asociación SOS Vencejos piden que se tengan en cuenta estas colonias y se busquen soluciones. Recuerdan las organizaciones ambientalistas que proteger las aves no solo contribuye a mantener la biodiversidad. También hay que tener en cuenta sus servicios, como el de mantener a raya las poblaciones de mosquitos explica Pedro Luengo, portavoz de Ecologistas Región de Murcia.