Una investigación del Instituto Español de Oceanografía revela que las distancias de seguridad aplicadas hasta ahora son insuficientes para garantizar la conservación de este hábitat marino y aconsejan aumentarlas
Una investigación del Instituto Español de Oceanografía en aguas de Murcia y Alicante revela que los bosques submarinos de posidonia son más vulnerables a los vertidos de lo que se creía y echa por tierra la actual distancia de seguridad de 500 metros.
El trabajo se desarrolló en un tramo litoral frente a San Pedro del Pinatar, en la costa de Murcia y Alicante, dónde se estudió la posible afectación en la pradera de posidonia de vertidos de aguas residuales y de un polígono acuícola. Por primera vez se analizaron praderas no superficiales, sino situadas en aguas profundas, y se revelaron daños graves y visibles en la posidonia a una distancia de hasta casi 2 kilómetros de los vertidos, según indica Juan Manuel Ruiz, científico del Instituto Español de Oceanografía en Murcia.
El trabajo ha sido publicado en la revista científica Plants y obliga según sus autores a revisar las distancias mínimas entre vertidos y ecosistemas vulnerables, en línea además con lo que establecen las directivas comunitarias.