Ayuntamiento de Guardamar y la Generalitat Valenciana quieren dragar un meandro para reducir efectos de las inundaciones pero 'Amigos de los Humedales del Sur de Alicante' denuncia que será más el daño ambiental
Las organizaciones Amigos de los Humedales del Sur de Alicante y Ecologistas en Acción se oponen a que la Generalitat Valenciana drague el último meandro del río Segura antes de su desembocadura. El pretexto es minimizar el efecto de inundaciones aunque estas entidades denuncian de forma pública que esa intervención solo servirá para destruir un espacio de flora autóctona. Este sábado han organizado una visita para explicar a los vecinos las repercusiones del proyecto.
El dragado de la desembocadura del río, se haría a instancias del Ayuntamiento de Guardamar y lo desarrollaría la Generalitat. Se haría sobre un meandro que se preserva del cauce viejo del río y que sirve para evacuar al mar el agua que llega de los azarbes cuando se producen lluvias intensas. Las organizaciones ambientalistas se oponen. Sergio Arroyo de Amigos de los Humedales explica a Onda Regional que "el dragado del río tiene un impacto ambiental muy alto y el beneficio que puede aportar a la minimización del impacto de inundaciones es mínimo".
A la destrucción de ese espacio natural se suma la afección a otro, el marítimo. Estas organizaciones avisan de que el proyecto acabará más de 35.000 m² de vegetación palustre autóctona y la extracción y vertido de 62.000 m³ de sedimentos contaminados por mercurio. Arroyo señala que "por una parte se destruye la vegetación y también estamos en contra porque los sedimentos contaminados se viertan en el espacio marítimo Tabarca-Cabo de Palos".
Esta organización a través de un comunicado reclama que se creen humedales interconectados con los azarbes y el río y se renaturalice la zona. Piden también de la permeabilización de la carretera nacional N-332 que ahora hace de muro de contención favoreciendo inundaciones e impide la evacuación de las aguas de escorrentía al mar.
Organizaciones ecologistas desarrollan numerosas actividades hoy y mañana con motivo del Día Mundial de los Humedales que se conmemora este domingo para poner en valor la utilidad de unos ecosistemas muy amenazados, pese a que están considerados como elementos clave para la mitigación de las consecuencias del cambio climático. Esta jornada se celebra cada 2 de febrero porque en esa fecha se aprobó en 1971, en la ciudad iraní de Ramsar, el tratado internacional relativo a la conservación de estos espacios naturales al que ya están suscritos 172 países, según la última actualización de su lista.
España es el quinto país que más humedales aporta (76), sólo por detrás del Reino Unido (176), México (144), la India (85) y China (82) y la mayoría de ellos se ubica en Andalucía (25), Castilla-La Mancha (8), Comunidad Valenciana (7), Galicia y País Vasco (6 en cada una de estas regiones) y Aragón y Cataluña (4 también en cada una). La Región de Murcia tiene tres humedales reconocidos por ese tratado, Baleares, Castilla y León, Extremadura y Navarra (2 en cada una), Asturias, Canarias, Cantabria, Madrid y La Rioja (1 en cada una).