Más de 24.000 escolares no han podido asistir a clase desde el pasado 29 de octubre
En la zona cero de la DANA se sigue trabajando para recuperar la normalidad. Este lunes 11 de noviembre los colegios de las zonas afectadas que no hayan sufrido grandes daños reabrirán sus puertas.
En total se abrirán 49 centros. Son aquellos que no han resultado afectados. Otros 47 tardarán un máximo de dos semanas en abrir y la incorporación del alumnado será progresiva, en función de la disponibilidad de espacios. Además, hay 26 escuelas que tienen que "reubicarse en otras instalaciones del mismo municipio o en centros educativos de otras localidades", según ha explicado la vicepresidenta de la Generalitat Valenciana, Susana Camarero.
Desde a ONG por la Infancia y la Educación (EDUCO) piden que se habiliten espacios públicos, como bibliotecas o polideportivos, para que los escolares puedan retomar las clases, ha dicho Macarena Céspedes, directora de Incidencia Política de la organización. Desde Educo también piden que "se dote transporte escolar al alumnado que lo necesite y que se instalen cocinas temporales para retomar el servicio de comedor".
También Save the Children ha pedido activar cuanto antes los comedores escolares para que los niños y niñas de las zonas afectadas puedan asegurar una comida saludable al día. La organización ha calculado que en las comarcas más afectadas hay más de 18.000 niños y niñas contaba con una beca de comedor.
Además, recuerdan que las becas de comedor no cubren a toda la infancia que están en situación de pobreza. En concreto, más de 36.000 niños y niñas menores de 16 años, lo que supone el 29,5% del total de niños que viven allí, según el Instituto Valenciano de Estadística,
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha recomendado a España que garantice una vuelta segura de los niños afectados por la DANA al colegio, algo que debe ocurrir "lo antes posible" y a través de espacios seguros "alternativos" para aquellos centros que hayan quedado gravemente dañados.
La organización ha explicado que la infancia es la población más vulnerable en situaciones de desastre, y que a largo plazo pueden darse consecuencias adversas para el bienestar y el aprendizaje de los estudiantes, sobre todo para aquellos que ya estaban en una posición de vulnerabilidad por pobreza, exclusión social o discapacidad.
"Ante esta situación, la escuela ofrece protección, normalidad, rutina y estabilidad y reduce las repercusiones en los niños y niñas al ser un espacio donde pueden jugar, socializar con niños de su edad y tener un respiro de la tensión y trauma vividos", reza un comunicado de UNICEF.
Estas recomendaciones llegan después de que UNICEF se haya hecho eco de los datos de la Conselleria de Educación, que ha contabilizado 90 escuelas dañadas (doce de ellas totalmente destruidas y más de una veintena no están en condiciones de reabrir) y más de 24.000 niños y niñas que aún no han podido volver a las aulas, y que van a ser acogidos en otros centros.