El proyecto de restauración del colectivo naturalista ha permitido obtener una pequeña montaña que acumula unas 1.000 toneladas de sal
ANSE consigue la primera cosecha de sal en las Salinas de Marchamalo que estaban abandonadas desde los años 90. El proyecto de restauración, que lleva a cabo el colectivo naturalista desde 2023, ha permitido obtener una pequeña montaña que acumula unas 1.000 toneladas de sal.
La recuperación de la actividad salinera en Marchamalo dio sus primeros pasos en 2019, a partir de la compra por la Fundación ANSE de una parte de las salinas y de una nave en ruinas, a las que posteriormente se han añadido las antiguas naves de carpintería y otros terrenos, que ya han sido restaurados.
Este proceso ha permitido extraer una parte de la cosecha de sal, aunque es pronto para su comercialización. Jorge Sallent, biólogo y técnico del proyecto, explica que de momento el uso será industrial
Esta iniciativa forma parte del proyecto RESALAR, que tiene como finalidad regenerar espacios del litoral del Mar Menor y su biodiversidad. Otra de las ideas que se plantean, con los beneficios que se obtengan de la comercialización de la sal, es la creación del Museo de la Sal como alternativa al turismo de sol y playa en esa zona.
La asociación ANSE considera que la cosecha de sal obtenida y la gran acogida que el proyecto ha tenido entre vecinos y visitantes demuestran que el futuro del humedal de Marchamalo pasa por la recuperación y mantenimiento de la producción de sal en la totalidad de las salinas.