El hombre y la mujer a los que se juzga por el asesinato de un antiguo novio de ella en agosto de 2021 en La Puebla (Cartagena) han discrepado en la reconstrucción de los hechos
El hombre y la mujer a los que se juzga estos días en la Audiencia Provincial de Murcia por el asesinato de un antiguo novio de ella en agosto de 2021 en La Puebla (Cartagena) han discrepado en la reconstrucción de los hechos sobre de quién fue la idea de quemar el coche del fallecido con él dentro, tras haber sido golpeado en la cabeza con una llave inglesa y arrollado.
Así se ha conocido este viernes durante la séptima sesión del juicio al emitirse los vídeos grabados de la reconstrucción, efectuada tres semanas después del crimen, y en los que el acusado, Agustín M., manifiesta que la decisión fue de ambos, mientras que ella, Natalia M., niega su intervención.
En lo que sí coincidieron ambos fue en señalar que pensaban que la víctima había fallecido cuando aquello ocurrió, siendo el más explícito al respecto Agustín, quien recalcó que estaba seguro “al cien por cien” de que J.M.R. estaba muerto porque tenía los ojos en blanco y carecía de pulso y de latidos del corazón.
Este acusado reconoció que en el primero de los tres escenarios del crimen, ubicado en un paraje de La Puebla (Cartagena, Murcia), golpeó a la víctima en la cabeza con una llave inglesa, pero que lo hizo porque aquella le había agredido antes en la discusión que mantenían en presencia de la acusada.
A continuación, ya en el segundo escenario, un camino de Torre Pacheco (Murcia) al que se habían trasladado los tres en el coche del fallecido, que era conducido por ella, los dos varones, según añadió, retomaron la pelea, y al referirse a J.M.R. dijo que los dos se odiaban mutuamente.
Ya en el lugar del tercer escenario, no muy lejos del anterior, dio fuego al coche con aquel dentro, utilizando como mecha una bolsa que se encontraba en el vehículo y a la que prendió fuego con un mechero.
Las manifestaciones de Natalia ofrecieron varias discrepancias con respecto a las del otro acusado, según se advierte en los vídeos de la reconstrucción de los hechos.
En cuanto a lo ocurrido en el primer lugar aseguró que no había visto la agresión de Agustín con la llave inglesa y que desconocía que este portara ese objeto.
Y añadió que intentó que dejaran de pelearse y así se lo pidió a los dos, pero que ninguno le hizo caso y que en el trayecto hasta el segundo escenario J.M.R. le dijo que se estaba mareando, por las heridas de la cabeza, aunque el segundo acusado se negó a llevarlo al hospital.
Sí admitió haber atropellado a la víctima al estrellarla contra la valla de una finca, aunque no sabía por qué lo había hecho, para añadir que acto seguido la introdujeron en el coche, al tiempo de que esta se quejaba de que no podía andar.
En cuanto al incendio del coche con aquel en su interior, la joven recalcó que era ajena al mismo y que se encontraba ausente del lugar cuando se produjo, ya que con anterioridad se había marchado de allí a pie.
En esta nueva sesión de la vista oral se ha emitido igualmente la grabación de la conversación mantenida por una trabajadora social del Teléfono Único de Emergencias 112 con Natalia, a las que un guardia civil de Torre Pacheco puso en contacto cuando esta acudió al cuartel a denunciar a Agustín.
En esa conversación, la joven, que tenía entonces 17 años de edad, denunció haber recibido amenazas de aquel tras la ruptura sentimental y que se extendían también a la víctima, lo que condujo a la activación del protocolo de víctimas de violencia de género.
El juicio continuará el próximo lunes con la declaración de los procesados, ya que sus defensas pidieron que lo hicieran tras la práctica de las demás pruebas y el presidente del jurado lo aceptó.
La vista, que se desarrolla en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Murcia, con sede en Cartagena, es repetición de la celebrada en noviembre de 2023, que acabó con la condena de 20 años de cárcel a cada acusado por los delitos de asesinato, detención ilegal y daños, y que fue anulada por el Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia por errores e irregularidades en el objeto del veredicto.