Están señalizadas con boyas en áreas clave como los alrededores de la Isla del Barón, Perdiguera y el área comprendida entre Punta Galán, Pedruchillo y Matas Gordas
VÍCTOR MANUEL MORENO
El consejero de Medio Ambiente, Juan María Vázquez, ha realizado una visita de inspección al balizamiento que delimita las nuevas zonas de exclusión del fondeo en el Mar Menor. Esta medida tiene como objetivo proteger a la nacra (Pinna Nobilis), una de las especies más emblemáticas del ecosistema y que se encuentra en peligro crítico de extinción.
El Mar Menor se ha convertido en un refugio para la nacra, cuya población en el Mediterráneo se encuentra en peligro crítico por un parásito. Para su protección, el Gobierno regional ha delimitado zonas seguras con 18 boyas, prohibiendo el fondeo en áreas clave como los alrededores de la Isla del Barón, Perdiguera y el área comprendida entre Punta Galán, Pedruchillo y Matas Gordas.
La elevada salinidad de la laguna ha convertido este ecosistema en un santuario para la especie, ya que favorece la supervivencia del bivalvo mientras impide la proliferación del parásito que amenaza su existencia.
Con esta medida, se pretende evitar daños a los ejemplares de nacra al anclar las embarcaciones, protegiendo así a esta especie en peligro de extinción.