El presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, explicaba que su función será “evitar inundaciones, al crear redes separativas de saneamiento y de pluviales. Con esto conseguimos derivar las aguas de las lluvias
En San Javier este martes ha quedado inaugurado el nuevo sistema de colectores con el que se persigue un triple objetivo: evitar los estragos de las lluvias torrenciales, impedir que los arrastres lleguen al Mar Menor y además, poder reutilizar el agua en la agricultura. Las obras han supuesto una inversión superior a los seis millones de euros.
Una inversión que ha permitido desplegar más de cuatro kilómetros de tuberías entre el colector norte y el sur, que recogerán las aguas pluviales y las transportará, a través de una red separada a la de saneamiento tradicional, hasta una balsa de laminación con capacidad para más de 33.000 metros cúbicos, desde la que se derivarán hasta la Estación Depuradora de San Javier, y de este modo, se podrán regenerar y reutilizar para riego según explicaba el presidente de la Comunidad, Fernando López Miras.
Esta obra se proyectó en 2019, tras la DANA que afectó a varios municipios del Mar Menor. El municipio de San Javier lleva alrededor de una década proyectando infraestructuras hídricas. Desde entonces, en total, se han invertido en el municipio unos 25.000.000 de euros, pero el alcalde, José Miguel Luengo quiere más. Por ejemplo, los nueve diques de contención aguas arriba de la Rambla de Cobatillas.
El presidente, ha explicado que las recientes DANAS de las provincias de Valencia y Albacete reflejan que hay que estar aún mejor preparados, escuchar a los expertos, trabajar de forma coordinada, y por encima de todo, invertir en infraestructuras. En este sentido, ha recordado que, al contrario de lo que muchos piensan, no se trata de infraestructuras grises, sino necesarias, y pide al Gobierno central las inversiones que necesita la Región.
Obras como las presas de laminación en las ramblas de Béjar, Torrecilla y Nogalte en el Guadalentín; actuar en ramblas como la de Maraña, Cobatillas, La Higuera, El Albujón, el Miedo o La Carrasquilla, para evitar inundaciones en toda la zona del Mar Menor; o la construcción de la presa de la Rambla de Tabala, solución imprescindible, según López Miras, para evitar inundaciones en las pedanías murcianas de Alquerías, El Raal y Zeneta o en el municipio de Beniel.
La agrupación vecinal Stop Inundaciones muestra su satisfacción por la puesta en marcha de estos colectores en San Javier, pero siguen insistiendo en que las actuaciones deben realizarse aguas arriba, donde se origina el peligro de inundación.
Su portavoz, Santiago Pérez Blaya, valora positivamente la entrada en funcionamiento de estas infraestructuras que minimizan los efectos de las lluvias intensas en la localidad, así como la entrada en el Mar Menor de arrastres y la derivación de las aguas más contaminadas. Pero es surgente actuar aguas arriba, en las cabeceras de las ramblas donde se producen las escorrentías.
Aguas abajo, dice Pérez Blaya, el margen de maniobra es mínimo; los colectores no pueden hacerse cargo de grandes caudales en caso de lluvias torrenciales. No creen en Stop Inundaciones que estos colectores minimicen la llegada de arrastres al Mar Menor. Hay que frenar las escorrentías. Santiago Pérez hace referencia a lo ocurrido con la rambla del Poyo en Valencia.
Stop Inundaciones insta a las administraciones también a diseñar un plan de reforestación en las sierras altas para retener parte de esas aguas.