Un informe de la Universidad de Murcia asegura que los problemas son la entrada de aguas subterráneas, las temperaturas y la instalación de redes antimedusas
GINÉS BERMEJO.
Un informe de la Universidad de Murcia concluye que el Mar Menor muestra síntomas de recuperación, pero mantiene los mismos problemas que el año pasado. La proliferación de medusas demuestra que hay vida en la laguna salada, pero el oxígeno es muy escaso, según concluyen. Remarcan que la presencia de fósforo en sus aguas es grave porque reduce el oxígeno quince veces más que el resto de elementos.
Los principales problemas en la salud del Mar Menor son: la entrada de aguas subterráneas, el aumento de las temperaturas y la instalación de redes que dificulta a las medusas depurar la aguas cerca de las orillas. El catedrático de Ecología de la Universidad de Murcia, Ángel Pérez Ruzafa, asegura que la presencia de medusas es necesaria y señala a la entrada de aguas subterráneas como el principal tóxico de Mar Menor.
Las altas temperaturas obligan a la fauna a consumir más oxígeno de lo habitual. Como consecuencia, se acelera la reproducción de estos microorganismos que asfixian la laguna salada. En definitiva, la situación del Mar Menor no ha variado en el último año, pero desde la Universidad de Murcia creen que puede mejorar. Según ellos, el margen de acción reside en bajar el nivel de las aguas freáticas y regular la agricultura.