Son palabras del secretario general de la Unión por el Mediterráneo, que ha presentado los últimos informes sobre el impacto del cambio climático en una región que se está calentando un 20% más que la media mundial
La COP29, la cumbre del clima que se celebra en Bakú, Azerbaiyán, ha analizado este lunes el impacto del cambio climático en nuestra zona del planeta, y la conclusión deja un titular inquietante: "El Mediterráneo, tal y como lo conocemos, no durará mucho más tiempo". Son palabras del secretario general adjunto de la Unión por el Mediterráneo, que ha presentado los últimos informes sobre el impacto del cambio climático en una región que se está calentando un 20% más que la media mundial. El profesor de la Autónoma de Barcelona, Robert Savé, es coautor de uno de esos estudios y su opinión tampoco invita al optimismo: tenemos un problema muy serio, que en los próximos años irá a peor y que sólo podremos solucionar, nos ha dicho, a través de una verdadera revolución.
Necesitamos entender, nos ha dicho Savé, que es imposible mantener nuestros niveles actuales de consumo de agua. Nuestro modelo agrario y los usos asociados a un alto nivel de vida dan como resultado un dato insostenible: 1.800 metros cúbicos por persona y año o lo que es igual: un millón ochocientos mil litros.
Un problema que nuestro modelo económico, lejos de amortiguar, sólo acentúa.
Por cierto 850 entidades de la sociedad civil se han sumado al manifiesto en apoyo del científico del CSIC, Fernando Valladares, acosado en redes sociales por alertar del cambio climático y la degradación ambiental, sobre todo, a partir de la DANA del 29 de octubre. La Fundación Nueva Cultura del Agua y el Centro Ibérico de Restauración Fluvial destacan el respaldo de parte de la sociedad que es consciente de la importancia de abordar estos problemas desde el conocimiento científico y técnico como explica Julia Martínez, profesora de la Universidad de Murcia.
La organización SEO/Bird Life ha presentado un documento con quince propuestas de actuaciones para hacer frente a los fenómenos meteorológicos extremos causados por el cambio climático. Lo ha hecho coincidiendo con el paso, desde finales de octubre, de varias depresiones aisladas en niveles altos que han dejado 227 fallecidos, de ellos 219 en la Comunidad Valenciana, 7 en Castilla-La Mancha y uno en Andalucía. En el informe esta organización señala que España es uno de los países de Europa más vulnerables al cambio climático.
El impacto de inundaciones, grandes incendios, olas de calor o sequías está poniendo en peligro la salud de las personas, la biodiversidad y las infraestructuras. Propone diez medidas de adaptación y cinco de protección civil y resiliencia comunitaria. Aboga, entre otras cuestiones, por la planificación urbana sostenible y adaptativa; gestión integral de cuencas hidrográficas, una revisión normativa y la adaptación de la agricultura a la sequía y la desertificación; sistemas de alerta temprana y sensibilización ciudadana.
Casi en la misma línea que Seo/Bird Life se mueven algunos de los parámetros que ha presentado una investigadora de la Universidad Internacional de Valencia, experta en edificaciones sostenibles y materiales, quien ha advertido de la necesidad de volver a rediseñar infraestructuras y construcciones para adaptarlas a la realidad climática.
Giulia Forestieri avanza, a la vista de los daños de la DANA del 29 de octubre, que serán insuficientes los 2.600 millones estimados para hacer frente a esta tarea. En declaraciones a Onda Regional ha señalado la oportunidad de aprovechar la situación para dar un enfoque integral a los trabajos de reconstrucción teniendo en cuenta que lo que se diseñó hace años se ha demostrado insuficiente.
Otro aspecto a tener en cuenta para el futuro: la gestión ambiental. No se puede obviar, afirma Forestieri, que hay zonas donde no se puede construir. Además propone tomar nota de buenas prácticas e infraestructuras que han demostrado su efectividad.
La experta habla también de los importantes daños que unas lluvias de esta envergadura pueden tener a medio y largo plazo en las edificaciones y en materiales como el hormigón armado. De ahí la importancia de hacer evaluaciones más profundas, especialmente en los niveles más bajos.
Los pantanos de la cuenca del Segura siguen acumulando reservas y parece que poco a poco va alejándose la posibilidad de llegar a situación de embalse muerto. A día de hoy, con datos actualizados por la Confederación Hidrográfica, son 223 hectómetros cúbicos después de que en la última semana aumentara el total en 9 hectómetros cúbicos. Los embalses están al 19,5%. El que más acumula es el del Cenajo que con 64 hectómetros cúbicos se encuentra al 15%.