Cerca de 600.000 ocupados declaran tener, al menos, un trabajo secundario y en el caso de las mujeres alcanza el 3%
El pluriempleo se mueve en cifras récord en España, con 585.800 ocupados que declaran tener al menos un trabajo secundario, de los que el 301.200 son mujeres y representan al 3 % del total de ocupadas.
Según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), aunque el peso de esta pluriactividad es relativamente bajo, con 284.600 hombres y 301.200 mujeres que tenían un empleo secundario en el segundo trimestre del año, lo cierto es que ha experimentado incrementos del 43% en los diez últimos años.
La mayor parte de ese aumento de la pluriactividad se ha dado durante la pandemia, cuando el número de ocupados pluriempleados creció un 30%, comparando con los datos de cierre de 2019.
Mirando el peso de las personas con empleo secundario sobre el total de ocupados, el recurso a un empleo secundario para completar la vida laboral es superior en el caso de las mujeres, ya que lo practican el 3% de las ocupadas, que entre los hombres, donde son el 2,4%.
De forma global, suponen alrededor del 2,7% del total de 21,2 millones de ocupados, por debajo del peso que tiene de media esta situación en el resto de países europeos. El sector económico en el que más se da este tipo de pluriactividad es el de los servicios, ya que 513.400 personas con dos empleos tenían en ese sector su trabajo principal y 478.700, su trabajo secundario.
Los datos revelan asimismo que, en función de la situación profesional del trabajador, 486.600 personas ejercían su actividad principal por cuenta ajena y 99.500, por cuenta propia, en tanto que el segundo empleo lo tenían como asalariados 402.700 personas y como autónomos 178.700.
Tras esta tendencia, los expertos señalan varias razones enmarcadas en un contexto de fuerte creación de empleo, de cambios en los modelos de contratación tras la reforma laboral y de incremento de los precios. Para el investigador de Fedea Marcel Jansen, tras esta tendencia puede haber dos posibilidades.
Por un lado, la pérdida de poder adquisitivo ante la inflación que ha obligado a buscar un trabajo adicional sobre todo a aquellos trabajadores con empleo a tiempo parcial, una situación en la que se encuentran más mujeres que hombres.
Por otro, el mayor uso de la modalidad contractual del fijo discontinuo lleva a que en periodos de inactividad estos trabajadores ocupen otro puesto a la espera de llamamiento. "Realmente, sólo están trabajando en un sitio pero a efectos estadísticos es pluriempleo", señala Jansen, que insiste en la necesidad de refinar y adaptar las estadísticas tras la reforma laboral.
"La casuística es compleja y se debería poder medir mejor", añade Jansen, al tiempo que recuerda que, por ejemplo, la EPA no pregunta el porqué del pluriempleo. Según un estudio de Infojobs, la mayoría de las personas que recurren al pluriempleo lo hace por cuestiones económicas: un 40% por necesidad, ya que el sueldo no es suficiente; y otro 32% para obtener ingresos extra.
"Hay un segmento de trabajadores que recurre al pluriempleo por necesidad económica", coincide el director de The Adecco Group Institute, Javier Blasco, que también apunta al peso que puede estar teniendo la situación de los fijos discontinuos.
Junto a esto, Blasco señala a otro perfil más minoritario: jóvenes del sector tecnológico que pueden estar optando por compaginar distintos empleos para ganar experiencia y enriquecer su carrera.
"Aunque han aumentado en cifras absolutas, siguen teniendo el mismo peso relativo sobre el total de ocupados que hace unos años", reflexiona el secretario de Estudios y Formación sindical de CCOO, Carlos Gutiérrez, que enmarca estas cifras dentro de la tendencia de un mercado laboral al alza que lleva meses encadenando cifras récord de ocupación. No obstante, añade Gutiérrez, en muchos casos se trata de trabajadores que sufren precariedad y viven situaciones muy complejas.
"El alza se explica por la parcialidad y la inestabilidad del empleo", cuestiona el secretario general de USO, Joaquín Pérez, quien apunta a las crecientes dificultades para vivir en determinadas zonas con el coste de la vivienda o el fuerte repunte de la cesta de la compra. "Hay que buscarse la vida", reflexiona el líder de USO y recuerda además la laguna existente en España a la hora de establecer un tope legal por horas trabajadas en estos casos.
"No hay un máximo legal por trabajador, solo por trabajo", recuerda el secretario general de USO que relata haberse encontrado con casos de trabajadores en la hostelería o la vigilancia que enlazan turnos en distintas empresas trabajando 14 o 16 horas al día. "Puedes trabajar 8 horas para dos empresas distintas en el mismo día", añade Pérez que urge a abordar este tema.