La presidenta de la Asociación de Orientadores Educativos, Belén Escribano, cree que "falta un control más eficaz del absentismo durante la formación obligatoria y que los propios orientadores no dan abasto"
Hay muchos factores que explican la alta tasa de abandono escolar que registra la Región de Murcia: la presidenta de la Asociación de Orientadores Educativos, Belén Escribano, dice que falta un control más eficaz del absentismo durante la formación obligatoria; que los propios orientadores no dan abasto para proponer itinerarios alternativos a los alumnos que no están motivados para seguir sus estudios; que la oferta de FP es insuficiente y no está bien orientada... Y, sobre todo, que el modelo económico de esta sigue apostando por un sector servicios de baja calidad que ofrece una salida laboral a los estudiantes sin cualificación, que acaban realizando trabajos sin cualificación, poco estables y mal pagados.
Detrás de un alumno que abandona los estudios nada más terminar la educación obligatoria, suele haber una familia con necesidades económicas o que valora muy poco la formación y que, por tanto, no le da la motivación que necesita para seguir esforzándose. Es un fenómeno mayoritariamente masculino, pero en algunas zonas de la Región de Murcia afecta también a un porcentaje altísimo de chicas, condicionadas por mecanismos culturales que las hacen asumir tareas impropias de su edad explica Belén Escribano.
Los centros educativos, nos dice Escribano, suelen ser eficaces a la hora de detectar esas situaciones. Pero el protocolo contra el absentismo que debe coordinarlos con los Ayuntamientos es muy lento y, con demasiada frecuencia, la intervención llega tarde. Frente a esa realidad, los orientadores educativos están sobrepasados por la enorme cantidad de alumnos a los que tienen que prestar atención. Carecen de tiempo y espacio para dar una respuesta individualizada a los estudiantes que quieren dejar los estudios:
Hay otros problemas que no ayudan a dar una alternativa a los alumnos que abandonan los estudios. Por ejemplo, la escasez de plazas en Formación Profesional, o el desajuste entre la oferta de determinados módulos y la realidad empresarial de la comarca. También la creciente privatización de la nueva oferta de FP.
Y luego está la cuestión de fondo: la estructura económica de esta autonomía, el modelo productivo por el que sigue apostando el Gobierno regional, fomenta la existencia de mucho empleo para el que no se requiere cualificación, que actúa como un cebo para atraer a jóvenes que no están motivados para seguir con sus estudios.