El profesor de toxicología de la UMU, Miguel Motas, alerta de que estos tóxicos están pasando al cuerpo a través de la orina, sangre, leche materna y placenta provocando mutaciones genéticas e incluso cáncer
La semana pasada más de un centenar de científicos y profesionales de la salud reclamaban en el Congreso un futuro sin tóxicos. La declaración Futuro sin Tóxicos solicita medidas urgentes ante la alarmante exposición a sustancias tóxicas derivadas del plástico y otros productos de uso cotidiano. Más de 3.000.
Durante años, el uso de envases plásticos ha sido una práctica común para almacenar y preservar alimentos. Los expertos, lo tienen claro, alertan que estamos expuestos a contaminantes químicos a través de la vía digestiva, provenientes del envasado. Hasta el momento han conseguido identificar cerca de 3.600 sustancias químicas que se filtran a los alimentos durante la fabricación, el envasado y el almacenamiento del suministro de alimentos que pueden terminar en el cuerpo humano. Estos compuestos químicos se han hallado en muestras de orina, sangre, leche materna, placenta o tejido adiposo provocando en algunos mutaciones genéticas, incluso cáncer. Miguel Motas, profesor de toxicología de la UMU.
Lo alarmante es que cerca del 80% de estos químicos provienen de envases de plásticos. A juicio de Motas, la solución pasa por optar por alternativas más seguras medioambientalmente más sostenibles que protejan al consumidor como el cristal.