La última recuperación ha empleado células madre que no son resistentes al virus, lo que aumenta de un 1% a un 10% el número de donantes potenciales
La curación del séptimo paciente de VIH en el mundo entusiasma a los científicos y abre una nueva puerta para los cerca de 40 millones de afectados en todo el mundo. En la Región de Murcia, la cifra de infectados sigue su curva descendente pese al aumento global de las enfermedades de transmisión sexual.
La dificultad de curación del VIH radica en la particularidad que tiene el virus de integrarse en el ADN de las células que infecta, generando reservorios en lugares muy difíciles de tratar.
Con estos siete pacientes curados hasta la fecha se han llevado a cabo tratamientos muy agresivos que destruyen parte del sistema inmunológico para someterlos después a trasplantes de células madres con genes modificados.
La última curación, con células madre que no son resistentes al virus, amplía de forma muy significativa el abanico de posibles donantes. "Es algo extraordinario, es excepcional, pero está sucediendo, ¿no? Ya tenemos siete pacientes y es algo para para estar contento", valora el jefe de la unidad de Enfermedades Infecciosas del Reina Sofía en Murcia, Enrique Bernal.
Bernal detalla que en las curaciones anteriores se empleó un único gen mutado, pero "estas mutaciones son muy raras, aproximadamente aparecen el 1% de la población, es muy raro tener ese homocigoto. En cambio será otro cigoto, que es un poquito más frecuente, aparece en el 10% de los de los pacientes". Así es como se incrementan las posibilidades de poder ser donante.
Cerca de cuarenta millones de personas en todo el mundo están infectados por el VIH, aunque ya es posible tratarlo con fármacos retrovirales y llevar prácticamente vida normal en muchos casos.
El especialista explica que la situación del VIH en la Región sigue una curva descendente en cuanto a contagios, hecho que podría estar relacionado con las últimas terapias que están utilizando, como la pre exposición mediante pastillas diarias a personas con riesgo de contagio.
La prevención sigue siendo un pilar fundamental a la hora de abordar el problema, indica Bernal, máxime teniendo en cuenta el repunte en los últimos años de las enfermedades de transmisión sexual, sobre todo entre personas más jóvenes.