Los sectores agrícola, industrial y de la construcción ofrecerán en los próximos años más de 200.000 puestos de trabajo
La crisis migratoria está marcando la agenda política de la legislatura. La cuestión humanitaria y la escasez de recursos para la gestión de quienes llegan al territorio nacional está condicionando el debate. Sin embargo, la gestión de la migración también es clave para el futuro económico de España. El país está perdiendo mano de obra nacional y necesita fuerza laboral para satisfacer las demandas de las empresas.
En la actualidad hay 3 millones de trabajadores extranjeros. Una cifra insuficiente para sectores como el campo, la construcción o el metal, que sufren un déficit de mano de obra. Colectivos sociales y económicos buscan soluciones a este problema y las alternativas pasan por regularizar por arraigo a los 300 mil extranjeros que hay en situación irregular en España, unos 8.000 en la región de Murcia. Otra, impulsar la contratación en origen.
En diez años, el sector agrario nacional necesitará cerca de 200.000 agricultores para cubrir las jubilaciones previstas. Y a más corto plazo, los agricultores de la Región tendrán que resolver sus problemas para afrontar la campaña en el Valle del Guadalentín, como explica José Miguel Marín, presidente de COAG.
En cuanto al sector de la construcción, se estima que en los próximos cuatro años, en la Región, será necesario incorporar alrededor de 25.000 nuevos trabajadores para satisfacer la demanda y asegurar el relevo generacional. Eso sin contar con la mano de obra que requerirá la construcción de viviendas prometidas por el gobierno central y la contribución del sector regional a la reconstrucción de las zonas afectadas por la dana, según detalla Pedro Fernández, presidente de la Fundación Laboral de la Construcción.
Pulsamos otro sector, el de la industria. A día de hoy, en la Región de Murcia hay 3 mil puestos de trabajo sin cubrir. Es un sector que también tira de mano de obra extranjera. De hecho, hay profesionales del norte de África que se forman en los talleres de la Federación de Empresas del Metal. Pero aún son pocos, como afirma Alfonso Hernández, presidente de FREMM.