El partido ultra ha subido 13 puntos respecto a sus resultados de 2019, con su mensaje anti inmigración y crítico con las medidas tomadas por el actual Gobierno, de conservadores y ecologistas
El ultraderechista Partido de la Libertad en Austria ha ganado las elecciones legislativas celebradas este domingo con un 29,2 por ciento de los votos, por delante del Partido Popular, que obtiene un 26,5 por ciento.
El líder del ultraderechista FPÖ, Herbert Kickl, ha destacado la "autoridad" con la que se han expresado los votantes. "Las cosas no pueden seguir como están ahora", ha resaltado en una comparecencia ante la prensa junto a los demás candidatos. "Estamos listos para liderar un gobierno", ha planteado al tiempo que ha apelado a los demás a "preguntarse qué opinan de la democracia".
Sin embargo, el actual canciller austriaco y líder del ÖVP, Karl Nehammer, ha cerrado de nuevo la puerta, igual que ha hecho en campaña, a apoyar un gobierno liderado por la ultraderecha. Nehammer ha manifestado su disposición a asumir las preocupaciones de los votantes del FPÖ, pero "eso no implica apoyar los métodos políticos" del líder ultraderechista.
El tercer partido sería el Partido Socialdemócrata de Austria, que ha logrado un 21 por ciento de votos y 41 escaños, el peor en la historia de la formación. Su director federal, Klaus Seltenheim, ha reconocido que es "un resultado doloroso" y ha fijado como objetivo "ahorrar al pueblo austriaco una coalición negriazul", en referencia a los colores de FPÖ y ÖVP. Sin embargo, el candidato del SPÖ, Andreas Babler, ha calificado los resultados de "bonito éxito" y ha manifestado su disposición a negociar un gobierno de gran coalición con el ÖVP: "Me preocupa la estabilidad de este país".