Mario Urrea, presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, reconoce que no se está reduciendo el 25% del caudal acordado. Las Vegas Alta, Media y Baja del Segura salen de la sequía extraordinaria
Las aportaciones del Trasvase del Tajo han sacado de la situación de sequía extraordinaria al sistema principal de la cuenca del Segura, el que incluye a las vegas Alta, Media y Baja, lo que implica el cierre inmediato de los pozos de sequía, aunque Confederación Hidrográfica va a solicitar una autorización para tratar de mantenerlos en uso.
Estamos en una situación ciertamente peculiar: si atendemos a las lluvias caídas sobre el territorio de la cuenca del Segura y a los caudales acumulados en sus embalses, estamos en una nivel de escasez que nos colocaría de pleno en situación de sequía extraordinaria. Pero ese déficit se compensa con la evolución muy positiva que se ha producido en los embalses de cabecera del Tajo, que garantizan aportaciones estables a través del trasvase al menos hasta final del año hidrológico. El resultado final es un nivel de normalidad que, en palabras del presidente de Confederación, Mario Urrea, dibuja un escenario de "falsa seguridad" cuyo efecto automático es el cierre de los pozos de sequía del Sinclinal de Calasparra.
Eso es lo que está previsto en la normativa. No obstante, Urrea ha reconocido que su deseo sería poder mantener en explotación la batería de pozos de sequía del Sinclinal de Calasparra y ha anticipado su intención de explorar las posibilidades técnicas para hacerlo posible.
El problema, como ya hemos explicado, son esos indicadores que no acaban de reflejar fielmente la realidad hidrológica de la cuenca. De hecho, los representantes de la Comunidad Autónoma en la Junta de Gobierno de Confederación han reclamado su modificación y el propio Urrea ha reconocido que Confederación ya está trabajando en ese sentido:
Aunque la parte principal de la cuenca deje de estar en situación de sequía extraordinaria, hay otros dos sistemas secundarios que entran precisamente ahora en ese estado.
Nos referimos a la Unidad Territorial 3 de los ríos de la margen izquierda (que abarca, entre otras zonas, Yecla, Jumilla y los regadíos de Ascoy Sopalmo); y a la Unidad Territorial 4 de los ríos de la margen derecha (que incluye Moratalla, el embalse del Argos, la cabecera del Quípar y los regadíos aguas arriba del pantano de Puentes). En ambos territorios se activa la declaración de sequía extraordinaria, lo que implica la puesta en marcha de una restricción del 15% para los regantes.
Lo de las restricciones merece un capítulo aparte, porque el presidente de Confederación ha reconocido este lunes que los agricultores no han aplicado la reducción de un 25% de los caudales para riego decretada desde hace meses.
Fue la medida acordada para responder a la situación de escasez de recursos propios. Los agricultores que toman agua directamente de la cuenca debían aplicarse una rebaja del 25% para tratar de estirar al máximo los caudales disponibles. Pero Urrea ha reconocido que los regantes no han hecho caso de esa instrucción.
El panorama, reconoce, no pinta bien. Por eso ha dado órdenes a la Comisaría de Aguas para que diseñe un plan de intervención sobre el terreno: ya que los regantes no han querido aplicarse la rebaja "por las buenas", tendrán que hacerlo "por las malas" y Confederación se encargará limitar las tomas de agua.