La sequía, los costes de producción, la escasa rentabilidad y las políticas agrarias desincentivan a los jóvenes
PATRICIA JIMÉNEZ. Yecla.
Pako siempre ha estado contacto con el campo, pero profesionalmente optó por el trabajo en bodega. Cuando se jubilaron sus padres cogió las riendas de la finca y espera que el plan que prepara el Gobierno regional, esté bien dotado económicamente.
Demasiadas cosas en contra. Cuenta Pako que a los costes de producción, poca rentabilidad, y políticas agrarias, se suma la tremenda sequía. Por eso, otros agricultores como Juana e ildefonso no quieren que sus hijos pasen por lo mismo que ellos. Ella dejó su trabajo para juntos sacar adelante la faena del campo.
Las ayudas para el relevo generacional viene bien pero necesitan más que eso. Y añade Pako que no se puede pedir agua y utilizar dispositivos que considera no permiten la lluvia.