El oncólogo, Francisco Ayala, asegura que se trata de uno de los principales problemas que afecta a los profesionales sanitarios y muchos lo achacan a la carga emocional que conlleva la especialidad
En España, el 70% de los oncólogos jóvenes presenta signos de agotamiento y el 38% de estos especialistas se plantea dejar su profesión por el síndrome de desgaste profesional o burnout. Una situación que también se produce en la Región de Murcia. Se trata de uno de los principales problemas que afecta a los profesionales sanitarios y en particular a los dedicados a la oncología. Muchos lo achacan a la carga emocional que conlleva esta especialidad, especialmente tras la pandemia de COVID-19.
El síndrome de desgaste profesional, conocido como burnout, se ha convertido en un problema creciente entre los profesionales sanitarios. Afecta particularmente a los oncólogos, debido a la importante carga emocional que esta especialidad conlleva. Es lo que denuncian la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) y con la Sociedad Española de Oncología Médica quienes en un estudio reciente, señalan que 1 de cada 4 profesionales considera cambiar su carrera y más de un tercio contempla dejar su profesión.
Estos datos evidencian una creciente preocupación por su impacto en los sistemas de salud y su posible repercusión en la calidad de la atención asistencial. El oncólogo, Francisco Ayala, confirma estos datos y el aumento de casos de cáncer pero también remarca que hay la detección es más temprana y los tratamientos más eficientes.
Dicho estudio recoge que burnout puede provocar problemas crónicos de salud, como cardiopatías, accidentes cerebrovasculares, obesidad y trastornos mentales que pueden dar lugar a una disminución de la calidad de satisfacción profesional y una menor sensación de logro. Además, también se asocia con la reducción de las horas de trabajo, el absentismo, la jubilación anticipada de la práctica clínica y la reducción de la esperanza de vida.