Doce mil voluntarios que se han presentado en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia a las siete de la mañana han puesto rumbo a municipios de la provincia, a algunos de los cuales todavía no han podido llegar los cuerpos especializados. "Sabes lo que vas a encontrar. Si te encuentras personas fallecidas, es lo que puede pasar. Lodo, fango... eso es lo de menos", relataba Teo Colombia, un estudiante de Medicina que coincide en el bus con destino a Aldaia (Valencia) con Gema Estéfano, otra joven.

Ambos destacan que en cuanto supieron que les ofrecían transporte para ir y volver, "es imposible decir que no", porque en ambos casos son de pueblos cercanos a Valencia, por lo que podían llegar a la ciudad pero era más difícil desplazarse luego a las localidades más afectadas. Por su parte, Gema sostiene que ha ido a la Ciudad de las Artes y las Ciencias "enseguida", algo que le ha ocurrido a todo su círculo cercano, porque está viendo "cómo están las cosas". Espera que cuando lleguen a Aldaia, les asignen tareas distintas.

Asistencia espontánea de voluntarios a pié

Centenares de personas, cargadas con escobas, canastos y todo tipo de herramientas, están también desde primera hora de la mañana yendo andando al barrio valenciano de La Torre y a diferentes pueblos de la comarca de l'Horta Sud afectados por la DANA para ayudar en las tareas de limpieza. Se desplazan primero al entorno del barrio de San Marcelino desde donde cruzan por una abarrotada pasarela peatonal para después distribuirse por las diferentes zonas afectadas.

Entre los voluntarios, grupos de amigos, asociaciones y fallas que se han organizado para conseguir material y para transportar agua y algunos víveres a estas zonas. Cientos de personas hacen cola en diferentes tiendas de bricolaje y ferreterías para tratar de conseguir material con el que poder ayudar en esta tarea. Muchos de ellos, por el estado de sus ropas y calzado, ya habían ido a ayudar el viernes.

La Policía Local ha cerrado el acceso hacia el barrio de La Torre porque, al estar trabajando maquinaria de gran tonelaje, la presencia de estos miles de personas podría entorpecer. Por ello, dirigen a la gente para que acceda al barrio por otro lado o instan a que se desplacen a otros pueblos. Una de las cooperantes, Esther, ha señalado que ha acudido con un grupo de amigos para distribuirse por los diferentes pueblos afectados. Por su parte, Carla ha indicado que los voluntarios son familia y amigos. "Hay mucha gente que viene. Nos ha costado un poco encontrar material. Vamos a ayudar a una amiga de la falla que tiene la casa aquí", ha concluido.