El secretario de Estado de Medio Ambiente no ve mal la propuesta de Murcia, Valencia y Andalucía para que en las nuevas reglas de explotación del Tajo-Segura se establezcan los aportes en cada nivel automáticamente
El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, ha asegurado este jueves en Murcia que, de haberse establecido un aporte de trasvases de caudales automáticos del Tajo al Segura en todos los niveles de explotación, sin intervención del ministerio, “nos hubiese ahorrado a todos muchos quebraderos de cabeza”.
Morán, que ha participado en la primera reunión de la Comisión Interadministrativa del Mar Menor, se ha referido así a las reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura, vigentes desde 2013 y en las que se establecieron trasvases automáticos en los niveles 1 y 2 de explotación (los más favorables), pero no así en el nivel 3, cuando el caudal aportado al Levante lo establece el Ministerio para la Transición Ecológica (el nivel 4 es el “trasvase cero”).
La nueva planificación hidrológica aprobada en febrero de 2024 contempla la modificación de esas reglas de explotación del trasvase para adecuarla a los nuevos planes del Tajo, y las comunidades autónomas de Murcia, Valencia y Andalucía han señalado que propondrán que esas nuevas reglas de explotación establezcan los aportes de agua para cada nivel de manera automática, una idea que Morán ha valorado: “No me parece mal”, ha dicho.
“Creo que si se hubiese hecho así -con aportes automáticos para todos los niveles- desde el principio, nos hubiese ahorrado a todos muchos quebraderos de cabeza”, ha apuntado. No obstante, ha recordado que en el momento en que se aprobaron las actuales reglas con esa condicionante de la intervención del ministerio en el nivel “no costa” que ninguna de las partes hiciera alegaciones contra esa condición en concreto.
En cualquier caso, ha apuntado que el proceso para modificar las reglas de explotación del trasvase acaba de arrancar, “se tendrán en cuenta todas las aportaciones para evaluarlas” y hacer una normativa “con el nivel de consenso más amplio posible” y es muy prematuro aventurar cuál será el resultado de la modificación.
De hecho, ha recordado que una reciente sentencia del Tribunal Supremo ha establecido que cualquier modificación de un reglamento requiere de un trámite de “consulta pública previa” que hasta el momento solo se aplicaba a nuevas normas, no a modificaciones, por lo que habrá que aplicar ese trámite necesariamente a la reforma de las reglas de explotación del trasvase.
Así, esa fase de consulta pública previa se ha puesto en marcha “de manera inmediata” y, una vez superado, le seguirán el trámite de información pública y presentación de alegaciones y la fase de consultas interadministrativas, para trasladar después la propuesta al Consejo Nacional del Agua, de ahí al Consejo de Estado y, por último, al Consejo de Ministros para su aprobación.
Estamos, pues, en una fase inicial del trámite, por lo que ha considerado que “sería poco elegante determinar cuál será el alcance final de la modificación de las reglas de explotación del trasvase”, que debe llevarse a cabo en virtud de los decretos de la nueva planificación hidrológica.