El director general de Fundación Instituto Euromediterráneo del Agua, Francisco Cabezas, y Pedro Fernández Molina, ingeniero agrónomo y miembro de Agroingenieros pasan Comisión que estudia reformar la ley del Mar Menor
El director general de la Fundación Instituto Euromediterráneo del Agua, Francisco Cabezas, que hoy ha comparecido en la Asamblea Regional a propósito de los trabajos que se llevan a cabo para escuchar a distintos expertos antes de plantear la reforma de la Ley de Recuperación y Protección del Mar Menor
Cabezas señala que "la Ley de Protección del Mar Menor tiene mas aspecto de guía de buenas practicas que de ley". Es un aspecto formal del que recomienda "se haga una reorganización que le daría mas rigor ".
Cambios formales que proponía Cabezas que sumaba a los de carácter material. Francisco Cabezas ponía el acento en las numerosas hojas de ruta, informes, instrucciones, planes, etc que se han elaborado en relación al Mar Menor. Y destacaba una coincidencia de todos ellos: reducir la carga contaminante que entra a la laguna. "Se repite siempre ese argumento es imprescindible, urgente prioritario reducir la carga contaminante que entra a la laguna sin embargo a la hora de la verdad no hay una actuación en consecuencia con eso" explica Cabezas.
Antes que Cabezas intervenía en esa Comisión, Pedro Fernández Molina, ingeniero agrónomo y miembro de Agroingenieros, asociación que atribuye a las aguas residuales la situación del Mar Menor. Rechaza que se relacione el nitrato con la agricultura y ha incidido en la elevada exigencia técnica de los capítulos V y VI de la actual Ley. Además ha detallado los artículos que considera susceptibles de ser modificados por ser “imprecisos, sin rigor y sin ventajas a la mejoría del Mar Menor.
Fernández ha explicado que "tenemos un primo hermano vecino que se llama acuífero Sierra de Cartagena, igualmente está designado como vulnerable a la contaminación por nitrato, pero claro cuando uno se pone a estudiar sobre él, te das cuenta de que no hay agricultura sobre este acuífero. No lo hay. ¿Cómo puede ser que una superficie de 66 kilómetros cuadrados sin agricultura genere una masa de agua subterránea contaminada por nitrato?" se pregunta este experto.