Se pueden alquilar por 400 euros al mes a 40 kilómetros del centro mientras que las residencias se encarecen hasta tres veces más
Encontrar un piso de estudiantes en Madrid no es tarea fácil ni económica. Los precios de los pisos más baratos están fuera del centro, a unos 40 minutos y rondan los 400 euros. Si optamos por una residencia los precios se multiplican por dos e incluso por tres. Natalia, Miguel Ángel, Rocío, Javier y Padua son algunos de los que empiezan esta aventura.
En septiembre son muchos los que vuelven a las aulas universitarias ya sea para estudiar un grado o un máster. Esto supone un desafío para encontrar alojamiento, en un mercado donde los precios de alquiler no dejan de subir, y la oferta es cada vez más escasa. Los pisos compartidos entre estudiantes son la opción más habitual.
Natalia Moreno, tiene 23 años y en septiembre comienza un master de periodismo internacional en la Universidad Rey Juan Carlos. Va a compartir piso con otras dos murcianas, vecinas de Librilla y Espinardo. El proceso empezó a principios de julio y ha durado unas cuatro semanas. Se han visto obligadas a pagar el alquiler de julio y agosto aunque no lo van a utilizar hasta septiembre.
Las habitaciones en pisos compartidos de Madrid tienen un precio medio según el portal inmobiliario Idealista, de 525 euros mensuales. En el caso de Natalia ha conseguido el piso en el Puente de Vallecas a un precio de 425 euros por habitación más gastos.
Según la zona, el precio puede llegar a los 500 euros por persona, que es lo que pagará Rocio, mientras dure el máster que va a cursar en la capital
A todo esto hay que sumar los gastos de transporte y el alto nivel económico que supone vivir en Madrid junto a los gastos de matrícula.
Javier lleva seis años en Madrid y los primeros años de carrera estuvo en un colegio mayor. Después, buscó y se trasladó a un piso con compañeros del colegio. Para encontrarlo recurrieron a mediadores que ponen en contacto a los estudiantes con los propietarios de pisos.
Existe también la alternativa de las residencias de estudiantes, pero es todavía más cara. Su coste duplica, incluso triplica al de una habitación en un piso compartido.
Miguel Ángel García está de suerte porque en septiembre va estrenar una residencia en Valencia. El precio es más que asequible e incluye gimnasio, piscina y limpieza un día a la semana por 590 euros. Va a estudiar un master en artes gráficas y tendrá que utilizar el tranvía para llegar a la Universidad.
Peor experiencia ha tenido otro estudiante de Física de Murcia, Padua, que se cambia a Valencia este próximo curso. Cuenta que ha tenido muchos problemas para encontrar piso. El proceso empezó en mayo y no lo logró hasta finales de julio. Además pagará cien euros al mes más que lo que pagaba en Murcia.