El profesor de Derecho Constitucional de la UMU, Ángel Cobacho, considera que "Sánchez está convocando un referéndum en Twitter" y recuerda que existe la "cuestión de confianza" para ver si tiene el apoyo de la Cámara
En 96 horas, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, informará si abandona o no la Moncloa. El marco normativo de nuestro país limita mucho las salidas políticas a la dimisión de un jefe del Ejecutivo. Hay dos escenarios que ya hay que dar por descartados: el lunes Sánchez no va a poder disolver las Cortes y convocar unas nuevas elecciones generales, por una cuestión de plazos, según establece la Constitución. Y, por otro lado, Sánchez tampoco va a poder marcharse y legar un Gobierno con plena operatividad, el Ejecutivo que dejaría sería en funciones, con unas funciones muy limitadas.
Si Sánchez quisiera comprobar que mantiene el apoyo de la Cámara, nuestra Constitución contempla una herramienta: "la cuestión de confianza". En nuestro país se han presentado dos, las formularon Adolfo Suárez y Felipe González, respectivamente, y las ganaron.
El contexto actual parece distinto, según percibe Ángel Cobacho, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Murcia. Él asegura que, tal y como ha planteado Sánchez las cosas, lo que ha pretendido es una "sublimación de la cuestión de confianza", es decir, generar una cuestión de confianza extraparlamentaria algo que, según este experto, es inaudito en nuestra historia democrática reciente.
Si Sánchez deja el cargo, quedaría un Gobierno en funciones y del Rey tendría que partir la realización de una ronda de consultas con los grupos políticos para conformar una nueva mayoría parlamentaria que eligiera un nuevo presidente. Si lo que Pedro Sánchez pretende es abocar al país a una nueva convocatoria de comicios, tendría que aguardar 12 meses desde la anterior disolución de Congreso y Senado, según lo planteado en la Constitución, no podría disolver Cámaras antes del 29 de mayo. Esa convocatoria electoral no podría formularla un Ejecutivo en funciones.