En un año de bombardeos, se han sucedido masacres que han dejado más de 41.000 palestinos muertos en la Franja
Hoy es 7 de octubre. Hace un año, los comandos de Hamás penetraron en territorio israelí y perpetraron un ataque terrorista en el que fueron asesinadas 1.200 personas, en su gran mayoría civiles, y 251 secuestrados -casi un centenar aún retenidos-, con una serie de actos, en plena escalada en la región y con las negociaciones para una tregua en Gaza bloqueadas, además de nuevos ataques de Israel a territorios en el Líbano, Siria, e Irak.
La guerra de Gaza entre Israel y Hamás que estalló el 7 de octubre de 2023 es el último episodio de un conflicto histórico que ha conocido tantos escenarios como puntos de inflexión. Uno de los precedentes más inmediatos de la guerra que está ocurriendo actualmente tuvo lugar en 2006, el año de la llamada desconexión israelí de la Franja de Gaza, seguido de la posterior toma de poder al año siguiente protagonizada por el movimiento islamista palestino Hamás, autoridad indiscutible de un enclave bloqueado por las fuerzas israelíes.
En la víspera del 7 de octubre, el sector ultranacionalista israelí, aliado imprescindible en el Ejecutivo del primer ministro Benjamin Netanyahu tenía su mirada puesta en una operación para cimentar su control en Cisjordania, aprovechando la vulnerabilidad de una Autoridad Palestina debilitada, mientras Hamás ultimaba su ataque contra una frontera carente de los recursos militares necesarios, según reconoció a posteriori el Ejército israelí, para defender la incursión masiva que se avecinaba.
Este lunes, continúa la escalada sin precedentes en prácticamente todo Oriente Próximo con Irán e Israel como máximos contendientes. Esta madrugada ha habido nuevos ataques, Israel llevó a cabo un "ataque preciso" contra lo que denunció como un centro de operaciones del grupo islamista dentro del hospital 'Shuhada al-Alqsa' en la Franja de Gaza y también ha bombardeado el sur de Beirut, mientras Hizbulá ha lanzado un ataque con un "enjambre de drones" y varios misiles contra Haifa, la mayor ciudad del norte de Israel, en el que resultaron heridas al menos diez personas.
Además, el Ejército israelí ha asegurado que este lunes interceptó "dos aparatos aéreos sospechosos" lanzados desde el este contra zonas al sur de Tel Aviv, cuando se cumple un año del ataque del grupo islamista Hamas en Israel. Israel denunció que Hamás no tenía intención de liberar a todas las mujeres y los niños, mientras que el movimiento islamista acusó al Ejército israelí de violar constantemente las reglas del cese de hostilidades y de paralizar la ayuda externa al bloqueado enclave con la intención de asfixiar a la población.
El fin de la tregua supuso el recrudecimiento de los bombardeos israelíes sobre el enclave, la aceleración de sus operaciones por tierra, y la certeza de que las consecuencias de la guerra se estaban escapando definitivamente de las manos de la comunidad internacional.
Mientras la Corte Internacional de Justicia (CIJ), el tribunal de la ONU, ordenaba el 26 de enero a Israel a "tomar todas las medidas posibles" para prevenir un genocidio en Gaza, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas llevaba ya meses intentando promulgar sin éxito una resolución para el alto el fuego, en parte debido a los vetos de Estados Unidos, aliado de Israel, por considerar los términos de la misma un obstáculo a las negociaciones, si bien acabó absteniéndose en una votación el día 25 de marzo, facilitando la aprobación de un texto incumplido hasta el momento.
En Gaza, las consecuencias de los ataques israelíes marcan la cronología de acontecimientos, como el que costó la vida a siete empleados y colaboradores de la ONG World Central Kitchen el 1 abril, o el bombardeo del 8 de junio en Nuseirat; un ataque empleado para proteger a militares israelíes en una operación de rescate de rehenes que se saldó con más de 270 palestinos muertos, según el Gobierno de Hamás en Gaza.
Todo ello para sumar 42.000 palestinos fallecidos, más de 97.000 heridos y cientos de miles desplazados a la fuerza por los ataques. Además han muerto casi un millar de empleados del sector sanitario, 200 trabajadores de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) y más de un centenar de periodistas.
Israel, por contra, describe una realidad en la que Hamás emplea constantemente a los civiles como escudos humanos con la connivencia de las agencias humanitarias mientras denuncia la pasividad de la comunidad internacional ante la situación de los rehenes (seis de ellos hallados muertos el 1 de septiembre, aseguró Israel, con indicios de ejecución), y el constante peligro que atenaza a su población, rodeada de enemigos.
Una prueba de ello tuvo lugar el 14 de abril cuando Irán lanzó decenas de drones de ataque y misiles balísticos desde su territorio en respuesta a la muerte, dos semanas antes, de elementos de su Guardia Revolucionaria en Damasco (Siria), precedente de otro lanzamiento masivo de misiles iraníes el 1 de octubre; amenazas que suceden en medio de ataques palestinos a la población israelí, como el que dejó siete muertos en Tel Aviv precisamente ese mismo día.
Esta internacionalización del conflicto está estrechamente vinculada a las operaciones paralelas de Israel para decapitar a los movimientos armados a los que se enfrenta. El líder político de Hamás, Ismail Haniye, murió el 31 de julio. El secretario general de Hezbolá, Hasán Nasralá, falleció el 27 de septiembre. Cinco días después, el 1 de octubre, Israel invadió el sur de Líbano y desencadenó una ola de bombardeos sobre el sur de Beirut, bastión de Hezbolá, con un coste provisional de más de 2.000 muertos y casi 9.800 heridos en el territorio libanés, y un nuevo apartado en una cronología de horror que no termina.
El Ejército de Israel ha anunciado el despliegue de otra división en territorio libanés, tras el inicio la semana pasada de la invasión de Líbano tras más de once meses de combates con el partido-milicia chií Hezbolá. Así, ha especificado que la 91ª División "ha iniciado una actividad terrestre limitada y demarcada en el sur de Líbano" y ha explicado que sus integrantes han sido "removilizados" y "entrenados" tras combatir "durante casi un año" en el norte de la Franja de Gaza.
Israel ha descrito su invasión de Líbano como una operación "selectiva y limitada" contra "objetivos terroristas e infraestructuras" de Hezbolá. La ofensiva fue lanzada tras cerca de dos semanas de ataques intensificados y ha ido en paralelo con un recrudecimiento de los bombardeos contra la capital, Beirut, y otras zonas del país.
Las autoridades libanesas han denunciado más de 2.000 muertos a causa de los ataques israelíes durante el último año, cifra que ha aumentado drásticamente durante las últimas dos semanas. Además, miles de personas han resultado heridas y cerca de 1,2 millones se han visto forzadas a huir de sus hogares.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha rendido tributo este lunes a las víctimas de los ataques ejecutados el 7 de octubre de 2023 por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas y ha afirmado que los asaltos dejaron "una humanidad herida".
Asimismo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha condenado los ataques de Hamás en este primer aniversario, afirmando que generaron un "inmenso sufrimiento" en Israel pero también en "palestinos inocentes", en referencia a la ofensiva desatada contra la Franja de Gaza que ha dejado cerca de 42.000 muertos.
El Gobierno de España ha pedido la liberación de los rehenes que aún siguen secuestrados por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), además de un alto el fuego en la región que permita el acceso a la ayuda humanitaria en Gaza