La guía ofrece consejos y pautas para evitar una malnutrición pues, a causa de la enfermedad o bien a causa del tratamiento, suelen sufrir consecuencias que afectan a su bienestar
La malnutrición es una de las consecuencias del paciente oncológico. Para evitarlo, la fundación para la formación e investigación sanitaria de la Región y el Instituto Murciano de Investigación Biosanitaria (IMIB), han editado una guía con recomendaciones para estos pacientes.
A veces a causa de la propia enfermedad y otras a causa de los tratamientos que reciben, los pacientes oncológicos suelen sufrir algunas consecuencias que afectan aun más a su bienestar.
Estreñimiento, diarreas, náuseas, vómitos o falta de apetito son algunos de los más habituales. La guía, que se ha presentado esta mañana, ofrece consejos y pautas para corregir estas situaciones y evitar una malnutrición en los pacientes.
La guía, elaborada en colaboración con el servicio de endocrinología del Hospital Virgen de la Arrixaca, se basa en nuestra dieta mediterránea, pero adaptada a estas situaciones concretas para ofrecer la mejor solución a cada paciente.
Como explica Mercedes Ferrer, endocrina en este hospital y una de las autoras de la guía, "el paciente oncológico necesitará un aporte extra de energía y proteínas, pero esto se puede conseguir, en la mayoría de los casos, con modificaciones de la diete tradicional".
Además ofrece un recetario con ejemplos de comidas saludables para cada caso y se podrá consultar en papel o a través de la webs de murciasalud.
El consejero, Juan José Pedreño, quien ha sido el encargado de presentar esta publicación, explicaba que una buena alimentación es esencial para evitar problemas psicológicos asociados al cáncer y contribuye a una mejor recuperación. Resaltaba que una buena alimentación permite prevenir enfermedades y tener una expectativa de vida con mejor calidad.