La PAH lamenta no haber podido negociar a tiempo una alternativa con los propietarios del piso y el juzgado. "Sentimos una gran tristeza", dice el cura Joaquín Sánchez
"Nos sentimos profundamente impotentes, aunque hemos hecho todo lo que estaba en nuestra mano". Así se expresa el cura Joaquín Sánchez, miembro de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), después de lo que ha vivido este viernes en San Javier. La PAH de la Región de Murcia no ha logrado evitar el desahucio de una mujer con movilidad reducida y su hija. La madre utiliza una silla de ruedas para desplazarse y necesita una habitación y un baño adaptados.
Los integrantes de la PAH observan la tristeza, la angustia y el desconcierto en esta familia y se sienten impotentes, a pesar de que saben que han hecho todo lo que estaba en su mano. El sacerdote Joaquín Sánchez ha acompañado a las afectadas junto a Paco Morote, presidente de la Plataforma en la Región, y otros compañeros. "Nos avisaron hace solo unos días. Ya se habían producido intentos previos de desahucio. No tuvimos margen suficiente para frenar el proceso y buscar una solución habitacional alternativa", señala.
Tras el desalojo, las pertenencias de Mari Nieves y su hija se han trasladado a un centro, donde estarán resguardadas hasta que se encuentre una solución definitiva. Mientras tanto, la PAH ha conseguido que ambas puedan alojarse temporalmente en una pensión, con la esperanza de que pronto puedan encontrar un hogar estable y reconstruir sus vidas.