Esta madrugada ha sido lanzado el satélite militar SpainSat que dará servicio a las Fuerzas Armadas españolas y a la OTAN durante los próximos 15 años
El SpainSat NG I, el innovador satélite español que ofrecerá comunicaciones seguras a las Fuerzas Armadas de España, pero también a la Unión Europea y a la OTAN, despegó este miércoles desde Cabo Cañaveral (Florida) en un cohete Falcon 9 de SpaceX, la empresa de Elon Musk, a las dos y media de la madrugada, hora española. Ya está instalado en la órbita correcta y de camino hacia su destino a unos 36.000 kilómetros de distancia de la Tierra.
Con unas medidas de 6,7 metros de altura y 2,7 metros de ancho, y un peso de 6.100 kilos, el Spainsat NG I operará en las bandas X, Ka y UHF.
Garantizará comunicaciones seguras durante los próximos 15 años y, junto con su gemelo, el NG II, que previsiblemente será lanzado el próximo mes de octubre, cubrirán desde Denver (Estados Unidos) hasta Singapur (Asia).
Es la primera vez que se ha integrado en España un satélite de esta dimensión y permitirá que el país participe en programas internacionales punteros dentro del denominado dominio del espacio.
El SpainSat NG I dará servicio a las Fuerzas Armadas españolas, pero también a la OTAN, gracias a los avances tecnológicos que incorpora, y a países como Estados Unidos, Portugal, Noruega y otros que están próximos a incorporarse.
Hasta ahora, solo cuatro países aliados ofrecen comunicaciones seguras por satélite a la Alianza Atlántica al cumplir sus rigurosos estándares (Estados Unidos, Reino Unido, Francia e Italia). España se va a incorporar a este selecto club.
Debido a su peso, para el lanzamiento se ha utilizado absolutamente toda la capacidad del Falcon 9, necesaria para que el satélite pueda llegar a la órbita de transferencia geoestacionaria, polo que en esta ocasión no se recuperará el propulsor de la primera etapa como es habitual.
A 4.000 kilómetros de distancia el satélite se desprende de la cofia del Falcon 9, que SpaceX intentará recuperar. En ese momento, se considera que el satélite "ha nacido" y, por tanto, que la misión ha triunfado. Una vez en esa posición, con la propulsión de sus propios motores iónicos, el satélite volará hasta alcanzar la órbita geoestacionaria final unos seis meses después.
En este tiempo desde Tierra se irán realizando todas las pruebas necesarias para verificar que la plataforma está bien y, finalmente, en una posición orbital intermedia, se probará la carga útil y se constatarán las prestaciones del satélite.
En la última fase saldrá de esta posición intermedia para ir a la posición orbital definitiva. En ese momento, el satélite actual al cual va sustituir, el Xtar-Eur, que sigue funcionando aunque ya ha superado su vida útil, se enviará a la denominada órbita cementerio antes de que el SpainSat NGI ocupe su lugar.
Mientras, el NG II, que se encuentra en las instalaciones de Airbus en Toulouse para su ensamblaje, progresa adecuadamente para ser lanzado también con un Falcon 9 de SpaceX. Éste se situará en posición 30º oeste