Vox y el PP modifican la ley regional, aunque podría volver la restricción si se aprueba la modificación de la norma nacional
Los Jefes de Servicio y Sección de la Sanidad Pública podrán ejercer simultáneamente en los sectores público y privado tras la aprobación, en la Asamblea Regional, de una iniciativa de Vox que ha recibido el apoyo del PP. La medida decaerá si prospera el nuevo Estatuto Marco que promueve el Ministerio de Sanidad que recoge, entre otras cosas, esa prohibición que solo estaba en vigor en Murcia y Aragón.
El portavoz de Vox ha asegurado que, de salir adelante la iniciativa ministerial, la recurrirán en los tribunales. Pero de entrada han conseguido revertir una incompatibilidad que solo estaba en vigor en Murcia y Aragón. En su intervención, Rubén Martínez Alpañez aseguraba que esta es solo una de las causas por las que el Servicio Murciano de Salud tiene un agujero de 4.000 millones de euros.
Los populares no entraban en este asunto, pero sí en el hecho de que esta limitación provoca el desinterés de los facultativos por asumir unas jefaturas que no les resultan atractivas, privando así a la Sanidad Pública de currículums prestigiosos. Era uno de los argumentos para votar a favor del diputado del PP Antonio Martínez Pastor.
Para la diputada socialista, Marisol Sánchez Jódar, no buscan ningún tipo de beneficio a profesionales y pacientes sino que abren un nuevo frente para evitar hablar de lo que de verdad importa como las listas de espera o la inequidad de servicio sanitario. Los argumentos de Vox constituyen, dice, un insulto a los profesionales.
María Marín, de Podemos, ha lamentado que a pesar de las listas de espera, o de la inequidad en la prestación de servicios, la primera iniciativa que se debate en el nuevo período de sesiones sea para favorecer a la sanidad privada.
Parecidos han sido los argumentos empleados en el debate de otra iniciativa, el rechazo al borrador del nuevo Estatuto Marco del personal sanitario que está negociando el Ministerio de Sanidad y que presentaba en este caso el PP. Ha obtenido el apoyo de Vox y el rechazo de la oposición. Todos han vuelto a reiterar sus análisis sobre la mala situación del sistema. La discrepancia era total a la hora e buscar responsables.
El presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, ha explicado que eliminar estas incompatibilidades era un compromiso que él mismo adquirió con la profesión médica y que nada tiene que ver con la negociación de los presupuestos con Vox.
Un compromiso, dice el presidente murciano, que adquirió su gobierno pero que finalmente presentó Vox en la Asamblea haciéndolo suyo, de ahí la percepción de que se trataba de algún tipo de cesión.
La cuestión es que la Región sigue con los presupuestos prorrogados y todo parece que seguirá siendo así a tenor de lo dicho este domingo en Murcia por el líder de Vox, Santiago Abascal, quien avisaba que no habrá presupuestos en Murcia si "el PP no rompe los pactos con los socialistas en Bruselas".
El sindicato médico, por su parte, se felicita de la decisión de la Asamblea. Dice su presidente, Clemente Casado, porque se van a evitar situaciones que ya se han vivido, como la renuncia de algunos facultativos a asumir jefaturas.
En el sindicato entiende que se respeta la libertad de la que podrán disfrutar todos los médicos de la sanidad regional que no verán limitadas sus opciones.
Como "una mala noticia" define el presidente de la Asociación en Defensa de la Sanidad Pública, la derogación de las incompatibilidades de Jefes de Servicio en la Sanidad, una medida adoptada con buen criterio por el PP en 2001 y que no había dado ningún problema. Abel Novoa solo ve detrás de la decisión adoptada en la Asamblea Regional, criterios meramente ideológicos.
La Región de Murcia era, junto con Aragón, un punto de referencia con este asunto porque garantizaba la total dedicación a puestos de gran complejidad y de los que dependen la calidad del servicio por la que reciben la lógica compensación económica. Ningún paciente se verá favorecido por el cambio, lamentaba Novoa, que no entiende como esos criterios que favorecen la excelencia, se aplauden en la actividad privada y se eliminan en la pública.