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EL MIRADOR. La entrada al mirador
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05:07
04 FEB 2021 - 13:27
Los lazos débiles

Buenas tardes

La entrada de hoy va de todas esas personas a las que no llamamos amigos sino “conocidos”. Los conocidos son esos compañeros de trabajo, de barra de bar, vecinos, gente con la que coincides en la tienda del barrio… todos esos con los que tienes las conversaciones de “ascensor”. Qué tal estás, hay que ver qué calor hace hoy, parece mentira que estemos en febrero, cómo está tu madre, viste ayer el partido… los ingleses lo llaman “charla pequeña”. Es hablar sin hablar de nada en realidad. 

A veces incluso son conversaciones incómodas, como cuando te preguntaban por tu novio y ya no es tu novio, o cuando una vecina mayor se empeña en saber qué notas has sacado… Los expertos dicen que una persona puede llegar a tener hasta 150 amigos, 150 personas más o menos cercanas con las que establecemos cierta relación, los llamamos conocidos o gente maja, gente con la que a lo mejor no quedamos jamás, pero nos da gusto vernos, al salir del gimnasio o de la academia de inglés, en la puerta del cole de los niños, en el jardín. 

Llevamos meses sin encontrarnos con más de 10 o 20 personas diferentes y siempre con cuentagotas. En el confidencial hablan del ensayo 'La fuerza de los lazos débiles', escrito por el sociólogo norteamericano Mark S. Granovette. Esa gente maja es la que él llama lazos débiles y explica que son imprescindibles para progresar como sociedad. Aunque son más importantes los amigos de verdad, estos lazos son los que nos permiten salir de nuestro círculo, de nuestra estrechez mental y ver a gente diferente, y son también muchas veces los que nos hablan de una tienda que busca dependiente, de alguien que quiere compartir piso o alquilar. A veces nos solucionan la vida. Y si los perdemos, estamos empobreciendo nuestra sociedad. Y además, si no tenemos esas charlas tontas con las que te desahogas, lo volcamos todo en los pobres convivientes que nos soportan. 

Así que habrá que pensar en cómo podemos recuperar esas conversaciones ahora que no cogemos ascensor

MARTA FERRERO


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