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La entrada al mirador

04:44
24 JUN 2020 - 00:00
Las estatuas derribadas
Buenas tardes,
 
Llevo días dándole vueltas al asunto de las estatuas derribadas. Empezó en EE.UU. con las manifestaciones antirracismo y ya ha llegado a España con las peleas de si Colón merece o no merece una escultura y dar nombre a calles y plazas. Hemos pasado de querer que fuera español o catalán, a no querer ni verlo. 
 
Lo primero que me llamó la atención es que hablamos de esculturas cuando nos gustan y de estatuas cuando nos las queremos cargar. Y como a mí me gusta mucho investigar en el significado de las cosas, he mirado y, simplificando, escultura es cualquier obra realizada por un escultor y estatua se llama cuando representa a un animal, como los leones del congreso o a una persona, como Colón y todos los demás que ahora molestan. 
 
En cada país molestan unas estatuas, claro. En Bélgica tienen al Rey Leopoldo II que consideró el Congo su finca particular y es el responsable del asesinato o mutilación de al menos 10 millones de africanos. Tiene varias estatuas y ya no debe quedar ninguna que no esté derribada o pintarrajeada. El director del Museo real de África Central, allí en Bélgica calcula que debe haber entre 300 y 400 estatuas, placas y calles no solo de ese rey y sino de otros personajes coloniales problemáticos. Y cada vez que estropean una, le llaman a él para ver si se la quiere quedar y debe estar el pobre bastante agobiado. 
 
En Inglaterra empezaron derribando el monumento de Edward Colston, un comerciante de esclavos al que lanzaron al agua y Estados Unidos han derribado a tratantes de esclavos y a generales sudistas de la guerra de secesión.  Pero ¿qué hacemos con todo ese bronce o mármol o lo que sea? Hay quien cree que se deberían dejar las estatuas y poner una placa que explique que eran malas personas. O dejarlas tal cual, pintarrajeadas, heridas... y otros piensan que se puede pedir a otro artista que las reinterprete y haga algo diferente. 
 
En la unión Soviética lo resolvieron poniendo a muchos lenin y stalin en un parque, para que ya no estuvieran en el centro de las ciudades. Así manifiestas que no te olvidas de tu pasado, pero que esos señores no se merecen estar en el centro de la ciudad. Los romanos le cortaban la cabeza al emperador de turno y ponían al siguiente, eran unos genios reciclando.
 
Hay quien se está emocionando tanto que ya derriba estatuas de gente buena, de escritores que no se sabe que hicieran daño a nadie, de pintores, de santos o Budas, no sé si es porque ya no saben parar o porque son feas, porque esa es otra, mira que hay esculturas feas. 
 
Yo me he puesto a pensar qué estatua quitaría de Murcia, que es lo que tengo más cerca. Y la verdad es que casi todas las estatuas de señores me dan igual, pero si me dejaran cargarme las esculturas que adornan alguna rotonda… me temo que yo también me emocionaría 

 

MARTA FERRERO


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