La entrada al mirador

Buenas tardes

A estas alturas ya deben saber que hoy es 9 de noviembre. Ese día en el que como siempre sin tarjeta, le mandaba un ramito de violetas. Las canciones con fecha siempre consiguen que mires el calendario cantando. Y yo tengo el ramo de violetas de Cecilia grabado a fuego en el cerebro desde que era pequeña. Siempre me dio mucha rabia que el marido de esa señora le mandara violetas y le hiciera pensar que tenía un admirador secreto en lugar de hacer las cosas bien, que la comunicación es muy importante en las parejas. Por eso no voy a poner hoy esa canción.

También es el día en el que cayó el muro de Berlín, o más bien el día en el que muchos ciudadanos lo tiraron porque alguien no se supo explicar bien en una rueda de prensa. Este 2020 no se cumple ninguna cifra redonda, han pasado 31 desde que los alemanes de las dos zonas de Berlín pudieron elegir en cuál se quedaban y ver a su familia si habían estado separados. No es un año en el que en teoría fuéramos a recordar esto especialmente, pero con todo lo de los confinamientos perimetrales, puede que sea el momento en que mejor entendemos lo agobiante que debe ser vivir con una frontera que no puedes sobrepasar. Como dijo Kennedy en aquella mítica visita a Alemania: yo soy un berlinés. Todos somos berlineses ahora, con muros en cada municipio y puertas cerradas en los bares.  O nos encantaría ser berlineses, que en Alemania parece que están llevando las cosas algo mejor que aquí. Pero no lo somos y tampoco voy a poner la canción del muro de Pink floyd.

Y, además, el 9 de noviembre es la Virgen de la Almudena, la patrona de Madrid.  Normalmente, muchos madrileños habrían aprovechado en la región el puente con buen tiempo y estarían esta mañana recogiendo para volver a su ciudad, pero no ha podido ser. Y me he puesto a leer sobre la virgen de la Almudena y resulta que lo que se conmemora hoy es que Alfonso VI de León reconquistó la ciudad y se puso a buscar la imagen de la virgen de la Vega que habían escondido los cristianos. El 9 de noviembre del año 1085 una parte de la muralla se desprendió y dejó al descubierto la imagen de la Virgen y desde entonces "los madrileños la llamaron de la Almudena, por aparecer en la almudayna o ciudadela en árabe".  

Está todo tan conectado, que no hace falta ni que empecemos con canción. 

MARTA FERRERO