EL ROMPEOLAS. Desayuno de sábado. Tomar el sol, estar al aire libre y evitar los lugares mal ventilados para combatir la covid-19
Estos dos expertos, junto a un grupo internacional de investigadores, han analizado los datos de contagios desde el confinamiento en España, Italia y Australia, relacionando su incidencia con variables ambientales, particularmente la radiación ultravioleta, la temperatura y la humedad. Y de los resultados se demuestra una correlación negativa entre COVID-19 y la radiación ultravioleta, modulada por la temperatura y la humedad. A más radiación ultravioleta (o más horas de sol), menor contagio.
También relacionan sus resultados con datos que muestran que las especies de murciélagos más vulnerables a la infección por coronavirus son aquellas que viven en condiciones ambientales similares a las que parecen ser más favorables a la propagación del COVID-19: poca radiación ultravioleta, espacios cerrados y muchos individuos. Han analizado cómo se comporta el COVID-19 en sus ‘huéspedes’ originarios, los murciélagos.
Aseguran que comprender el comportamiento de los huéspedes del SARS-CoV-2 es fundamental para comprender la dinámica infectiva del virus. Y han llegado, entre otras conclusiones, a que es necesario tomar el sol, estar al aire libre y evitar los lugares cerrados, oscuros, concurridos y mal ventilados, algo en lo que ahora también insisten las autoridades sanitarias.