Los bancos de alimentos comienzan a quedarse sin donaciones
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Al incremento de personas en riesgo de exclusión social se le suma ahora una mayor falta de alimentos en las asociaciones como Cáritas o Jesús Abandonado, y también el cada vez menor margen de caducidad para distribuir los productos que reciben
Particulares y supermercados pueden donar cada vez menos debido a la subida de los precios y los establecimientos además apuran cada vez más sus productos en las estanterías. Un buen ejemplo de esta última situación fue que Cáritas Diocesana, como nos cuenta su responsable de acogida y acompañamiento Salvador Martínez, tuviera que rechazar un palé de zumos ante la falta de capacidad de hacerlo llegar a las familias en 48 horas.
La caducidad complica también el almacenamiento de productos como la leche, y eso a pesar de que Cáritas cuenta con 157 puntos y miles de voluntarios para poder distribuir.
Y es que hay 220.000 personas al filo de ser consideradas personas en exclusión social, lo que provoca que se haya solicitado un 20% más de alimentos que en el trimestre anterior.