Un libro para un estado 29/10/2024
T06C037
NOCHE
«Han cambiado la hora, Alejo, y si antes conversábamos de libros bajo un cielo dorado, ahora lo hacemos con la amenaza del anochecer. Se hace de noche a medida que las palabras van ganando espacio en este instante, en estos libros. A mí me gusta ganarle terreno, poco a poco, a la luz del día. Hay algo de placer en esa decadencia cotidiana, en el vacío de los parques, los paseos elegantes de invierno, las cristaleras de las cafeterías rebosantes de vaho. Sobre todo disfruto con la sensación de oscuridad en pleno día, la constatación de que nos alejamos del verano y de que hay que ponerse muy serios, incluso cuando hablamos de libros.
No sé qué piensas tú de las ciudades que se abrigan, de las farolas que se encienden, cuando la calle adquiere un perfil de leyenda. El cambio de hora es todo eso y más. ¿Quién queda en la calle cuando la ciudad se para para dormir, cuando el frío ocupa los espacios que antes eran terrazas y conversaciones? ¿Quién se atreve a salir cuando se abre un libro bajo la manta y el olor a café de un hogar?
A mí el cambio de hora, el resistir el paso del tiempo durante apenas sesenta minutos, me vuelve melancólico, pero me anima pensar que es la época de las grandes historias. Las páginas de los libros parecen que avanzan más rápido cuando la calle invita a resguardarnos. Ahora diviso en la distancia a dos poetas heridos que buscan el último bar abierto, a un ejército de sombras en la París ocupada. Son personajes de grandes historias, que solamente aparecen de noche, ese grande espacio para el misterio, la bohemia, la misantropía. Ese largo camino sin luz en el que los lectores nos encontramos».