TURNO DE NOCHE. Comas: "No lo hicimos tan bien como en el sudeste de Asia"
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La movilidad durante la primera desescalada de la pandemia contribuyó a expandir una variante del coronavirus que se detectó en dos brotes entre temporeros de la fruta de Aragón y Cataluña, aunque también apareció en paralelo en Holanda. A partir de ellos y con la apertura de fronteras se extendió por todo el continente. Es una de las conclusiones del estudio publicado en la revista Nature en el que participa el director del consorcio SeqCovid-Spain, Iñaki Comas.
El caso es que en el verano de 2020 se conviritió en la cepa de SARS-CoV-2 más prevalente en Europa Occidental y la que dominaba en España durante todo ese periodo hasta el mes de octubre cuando apareció la británica que la hizo desaparecer. ¿Por qué surge entre los trabajadores del campo? Pues, según Comas, porque por su trabajo son más vulnerables al contagio. La diferencia entre las dos cepas, la española y la británica, reside en que cada una de ellas ha tenido un desarrollo independiente; además la procedente de Reino Unido, y en esta última fase de la pandemia prevalente en toda Europa, tiene un mayor poder de contagio. Finalmente, la más fuerte ha desplazado a la otra, igual que puede suceder ahora con las variantes india o sudafricana.
Comas sostiene que es esencial estar vigilantes a los cambios que puedan producirse en las cepas para proteger a los más vulnerables. Y es que, como está sucediendo en Reino Unido, los nuevos contagios se están dando entre los más jóvenes, es decir, los que áun no están vacunados, y los que sólo han recibido una dosis. Hay que prevenir, dice el investigador.
Volvemos ahora a vivir un momento parecido al del año pasado: una desescalada, la relajación de ciertas restricciones, la apertura de fronteras y más movilidad. Sería interesante, advierte Comas, contar con un buen servicio de rastreo para frenar la transmisión. Es esencial, señala, para saber lo bien o lo mal que supimos convivir con el virus.
Iñaki Comas advierte de que aunque ahora la situación es distinta por la vacunación, el riesgo de contagio sigue existiendo puesto que esos fármacos no son esterilizantes y una gran parte de la población no está vacunada.
