El equipo grana perdió por 2-1 y queda a siete puntos del 'play off' de ascenso. Carrillo anotó el único gol del Murcia, que tampoco reacciona con Pablo Alfaro.
GREGORIO LEÓN
Nadie sale vivo del infierno. Y menos este Real Murcia feble, cuyos resultados no guardan proporción alguna con el presupuesto. El Castellón es diamante en su campo. El Murcia, un huésped amable sin respuestas. El Castellón es el ejemplo a seguir. El Murcia, una acumulación de fracasos. La clasificación dicta una realidad muy dolorosa: los de Schreuder casi doblan en puntos a los grana, que despiden el año con una nueva derrota que deja el 'play off' a siete puntos.
A nadie sorprendió la primera parte. El Castellón, como en todos los partidos anteriores ante sus hinchas, fue un vendaval. Con constante acumulación de jugadores en cada ataque, no dio respiro a un Murcia sin balón y con todas las preocupaciones en defensa. Para colmo, el árbitro se equivocó, inducido por el asistente que vio mano en un balón que se fue al pecho de Rofino. Por fortuna, Manu García corrigió el error del colegiado, parando el penalti. Pero el Castellón fue a lo suyo. Y el Murcia, también. A exhibir una defensa porosa. Un desajuste permitió el 1-0. Imanol no estuvo atento a una prolongación, y Medunjani fusiló al portero grana.
Una triangulación de Guarrotxena, Marc Baró y José Ángel Carrillo permitió el jugador del barrio de El Progreso empatar. Acaba de arrancar el segundo tiempo. Pero fue una alegría efímera. El Castellón, en un nuevo despiste visitante, anotó el 2-1, firmado por De Miguel. En solo seis minutos el equipo de Schreuder volvía a tomar la delantera.
Manejando los tiempos del partido, sin concesiones y consciente de su superioridad, el Castellón no sufrió ante un Murcia sin soluciones. Ni siquiera los cambios inyectaron veneno al equipo de Pablo Alfaro. Con el zaragozano a los mandos, el Murcia solo ha ganado un partido de un total de seis.