El equipo grana cayó ante el Antequera (1-2) y se queda a cinco puntos del 'play off' de ascenso a Segunda. Casi 10.000 personas vieron el duelo en el estadio Nueva Condomina-Enrique Roca.
GREGORIO LEÓN
Gustavo Munúa era un problema. Pero Pablo Alfaro no es la solución. Al menos, de momento. El uruguayo, con el vestuario enfrente, dejó al Murcia a un punto del 'play off'. Su sustituto, con el balance de una sola victoria, lo ha alejado de las posiciones deseadas: está a cinco. Y el mal está localizado. El equipo tiene una fuga en su estadio. De Nueva Condomina se llevaron todo el botín el Córdoba, el Sanluqueño y el Málaga. Y ahora, el Antequera, liderado por Loren Burón y con unos recursos tácticos admirables.
El Antequera, fiel a su forma de entender el juego, con patrones que vienen del año pasado, se fue a buscar al Murcia a su campo, presionándolo. Desacomplejado, sin miedos, empezó a hilar jugadas. Y un error de Guarrotxena permitió que el balón le cayera a Loren Burón, que después de una breve conducción, soltó un latigazo. La bola le botó a Manu García, poco preciso, y se fue adentro. 0-1. El viento soplaba en contra demasiado temprano. El turno de réplica del Murcia llegó con tres disparos, dos de Rodri Ríos y uno de Pedro León, ejecutados con nulo acierto.
Pablo Alfaro se percató de que no le valía el plan de partido. Por eso abrió la puerta para que entrara José Ángel Carrillo, capaz de fijar a los centrales y dotar de un mayor acento ofensivo. Y fue él quien conectó un cabezazo impecable a servicio de Pedro León. Un gol que abría unas perspectivas alentadoras. Pero Rofino, laxo, sin fuerza, toleró un remate de Luismi Redondo. 1-2. Las cosas se ponían de nuevo color hormiga para el Murcia.
El conjunto grana intentó reaccionar, pero sus balas eran de fogueo. Todo quedó en grado de tentativa. Y el partido murió entre la desesperación y los pitos de una afición castigada de nuevo.
