El murciano es el presidente del Comité Nacional de Fútbol Sala, y destaca que el contexto económico hace difícil encontrar una ciudad óptima para acoger el torneo.
GREGORIO LEÓN
La Copa de España no se ha librado de críticas. La designación de la sede organizadora, a pocas semanas de que empezara la competición, suscitó comentarios negativos de muchos aficionados. Pero José Miguel Monje, presidente del Comité Nacional de Fútbol Sala, explica que los tiempos de bonanza quedaron atrás, y después de la crisis derivada de la pandemia, no es fácil para la Federación Española encontrar una ciudad que apueste decididamente por el torneo. Varias se retiraron.
Monje también explica la política de venta de entradas, y considera que todo aquel que ha querido acudir a Granada a ver la Copa lo ha podido hacer.
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