El Real Murcia abre el grifo de los goles, después de que la plantilla pactara con Felipe Moreno y Agustín Ramos varias fórmulas de premios económicos.
GREGORIO LEÓN
Los estímulos para mejorar la productividad son una práctica muy eficaz en las empresas. No hace falta trabajar de bróker en Wall Street. Cualquier profesional se siente acicateado con la expectativa de un premio económico. Felipe Moreno y Agustín Ramos se percataron hace unas pocas semanas de que el Real Murcia estaba ante una oportunidad histórico de saltar a Segunda, que aunque el equipo no hubiera sido líder en toda la temporada, no por eso debía renunciar a esa posibilidad de ascenso directo sin pasar por el filtro de los 'play offs', tan caprichosos. Y pactaron con los capitanes del equipo fórmulas de primas para el tramo definitivo de la competición. Los futbolistas se encontrarán con un incentivo por tres conceptos: ascenso, número de partidos ganados y goles marcados. Este último apartado está siendo singularmente provechoso. Desde que quedaron estipuladas estas primas, se ha abierto el grifo del gol. El Murcia, que estaba atascado en su funcionamiento ofensivo, con solo tres goles en cinco partidos, se ha vuelto prolífico. Nueve tantos firmados en las dos últimas citas, Cornellá y Real Unión.
Felipe Moreno y Agustín Ramos, siempre trabajando en equipo, han visualizado un final de temporada en el que la línea del éxito o el fracaso sea muy fina. Un gol puede transportar al Murcia a Segunda, o dejarlo donde está. Y en el calendario aparece un partido al que los grana quieren llegar con todas las opciones vivas: contra el Eldense, en el estadio Nueva Condomina-Enrique Roca. Moreno y Ramos quieren manejar todas las claves, incluso el golaverage particular con otros equipos. Actualmente, está igualado con el equipo de Elda. Hace dos partidos, la diferencia era muy clara a favor del actual líder del grupo. Pero el chorro de goles de las dos últimas jornadas ha puesto en +19 en el coeficiente de Murcia y Eldense.
Pedro León, la bandera del Real Murcia
Con trece goles y cuatro asistencias, el muleño está siendo el factor diferencial. En plena crecida, con una respuesta física encomiable a sus 36 años, en la línea de talentos perennes como el de Modric, ejemplifica el carácter ganador que se ha instalado en la plantilla. Su voracidad se transmite a los compañeros. Un líder para el ascenso. Un fichaje que lleva la firma de Agustín Ramos, quien en verano se empeñó en cambiar la voluntad del muleño, decidido a quedarse en Segunda. La posibilidad de verlo otra vez con la grana parecía solo factible en el territorio de los sueños. El aficionado asistió a las negociaciones con una mezcla de ilusión y escepticismo. Pero el poder de persuasión del presidente del Murcia fue tal que lo convenció. Ha sido su mejor fichaje.
Felipe Moreno celebra que dos de los capitanes del equipo sean murcianos, lo que acentúa su sentido de pertenencia. El sábado le trasladó palabras de ánimo a los capitanes y al entrenador Mario Simón. Las dos victorias recientes han cerrado definitivamente el debate sobre si el técnico debía o no acabar la temporada, agitado en las redes sociales, donde las ramas arden enseguida. Y el cordobés, ya instalado en España después de atender sus obligaciones internacionales, va a estar muy próximo al equipo, también físicamente, en esta fase definitiva. Las conversaciones y consultas con Agustín Ramos son frecuentes, con plena sintonía. La que expresó elocuentemente la última foto hecha en el restaurante Salzillo.
