La posibilidad de una solución pactada entre ambos ha quedado anulada. El presidente actual del Murcia y el exdueño del Leganés preparan sus estrategias para conseguir la mayoría de votos el 8 de marzo.
GREGORIO LEÓN
Diálogo y no tambores de guerra. El murcianismo querría que los dos actores buscaran una solución consensuada. Pero a estas alturas de la película, tal posibilidad está extinguida. Una votación determinará quién se queda al gobierno del Real Murcia. A Agustín Ramos le sorprendió la convocatoria de rueda de prensa de Felipe Moreno, un acto que cerró ya cualquier opción de acuerdo pactado. Hasta el día antes de su comparecencia pública en el hotel NH, el presidente de la entidad grana habría estudiado una oferta de Felipe Moreno de comprarle su parte. La propuesta ya la formuló Ramos en diciembre, pero no fue contemplada por Moreno. "Es un barco demasiado grande para uno solo", dijo, según la versión de Ramos.
Aun con el orgullo de la gestión que cree bien hecha, Agustín Ramos habría considerado detenidamente pros y contras de vender a Felipe Moreno su parte. La comparecencia pública del jueves aborta cualquier atisbo de negociación, según aseguran a Onda Regional fuentes muy próximas al actual dirigente murcianista. El exdueño del Leganés tampoco está inclinado a una coalición con Ramos: "Ya no me sentiría a gusto", declaró en rueda de prensa la semana pasada.
Las dos partes, ya vedados los caminos de entendimiento diplomático, preparan sus diferentes estrategias. Agustín Ramos no tiene previsto comparecer públicamente en los próximos días. Felipe Moreno, con Francisco Tornel e Higinio Pérez a su lado, haciendo campaña y promoviendo acciones para desacreditar a Ramos y su Consejo de Administración, espera que la aritmética le dé la razón en la junta de accionistas del próximo 8 de marzo. En la última, el capital social fue del 64 por 100. Queda un 36 por 100 de voto fugitivo, que no apareció en esa cita, y que puede inclinar la balanza hacia un lado o hacia otro. Felipe Moreno muestra tranquilidad: "Estoy en manos de los accionistas. Si quieren que esté en el Murcia, perfecto; si no, seguiré con mi vida y mi trabajo", explica a este medio de comunicación.
